Cate Hernández critica el pacto de conveniencia alcanzado entre las dos facciones del equipo de gobierno
La portavoz de Los Verdes, Cate Hernández, se refería esta mañana a la reconciliación entre las facciones ripollista y campista del equipo de gobierno del Partido Popular, lograda pocas horas después de que los ediles rebeldes amenazaran con pasarse al Grupo No Adscrito. Según ella se trata de un acuerdo forzado que mantiene los conflictos, tanto a nivel político como personal, generados en los últimos meses entre los concejales de ambas tendencias.
Según ella con esta maniobra los populares están enquistando la situación y que su pacto de conveniencia para gobernar Villena garantiza a la alcaldesa el voto seguro de los ediles díscolos y a estos volver a tener una delegación con sueldo. Sin embargo, considera que no ha sido altruista ni tomado por el bien de Villena. Para la edil, la unidad del PP es ficticia y los concejales no han sido capaces de sentarse a dialogar para solucionar sus problemas, por lo que la situación de desgobierno municipal continúa.
Al contrario, han necesitado medidas de presión de los dirigentes provinciales y regionales del PP para llegar a un mínimo entendimiento, decía Hernández. Además asegura que la alcaldesa sigue sin confiar en los ediles rebeldes, pues no les ha devuelto la capacidad de firmar decretos y no les ha vuelto a admitir en la Junta de Gobierno Local, con lo que tienen poco acceso a la información importante.
Por ello el Grupo Verde cree que el equipo de gobierno seguirá necesitando la ayuda de esos mediadores del PP porque los conflictos anteriores se mantienen y los ediles han llegado a hacerse daño a nivel personal. Según ellos, el tiempo evidenciará que las diferencias entre ellos son muy grandes y para Villena va a ser muy alto el coste de soportar, en los 2 años de legislatura que quedan, esta forma de gobernar sin coordinación y cada cual a lo suyo.
Mientras tanto, los 5 concejales díscolos, que el pasado jueves llegaban a un acuerdo con la corriente ripollista para volver a detentar sus competencias, se han ido esta semana de vacaciones. Lo mismo ocurre con los ediles afines a Lledó, pues solamente la propia alcaldesa y otros 2 ediles están trabajando, mientras el resto disfruta de unas vacaciones.