Cervantina
Abandonad toda esperanza, salmo 493º
Han pasado poco más de dos meses desde que les comentara, en una columna titulada "Quijotesca", que daba comienzo en Villena un club de lectura a propósito del Quijote de Miguel de Cervantes; actividad que, según me contaba el otro día su responsable, Sergio Galindo Mateo, va viento en popa. Y en esa misma columna les decía también que el cuarto centenario de la segunda parte de la obra más celebrada de la literatura española estaba pasando un poco más desapercibido que el de la primera una década atrás. Pues bien: decididos a dejarme mal y echar por tierra mis palabras, algunos editores han aprovechado estas últimas semanas del 2015 para publicar sus respectivas novedades relativas al popular hidalgo manchego y, por supuesto, a su creador.
También es cierto que la primera referencia en aparecer, allá por octubre, no es estrictamente una novedad, pero sí una recuperación más que pertinente dada la efeméride citada y que el año que viene se cumplen los cuatro siglos de la muerte del escritor: Un hombre llamado Cervantes, publicada por vez primera en 1935, es considerada por muchos todavía hoy como la mejor novela biográfica sobre el autor del Quijote. Su responsable, Bruno Frank, fue un prestigioso escritor alemán que, por su condición de judío, tuvo que abandonar la Alemania nazi para recalar en Estados Unidos, donde trabajó con éxito para la industria del cine hasta su muerte diez años después de publicar el libro que nos ocupa; un libro que nos ofrece un retrato de Cervantes como un individuo en continua lucha contra la adversidad y capaz de perderlo prácticamente todo con tal de mantenerse fiel a su inspiración artística. El resultado es un relato de carácter divulgativo que no debe faltar en la biblioteca de cualquier lector consumado de nuestras letras.
En noviembre llegaba a las librerías otra biografía muy recomendable, esta una novela gráfica francamente entretenida: Cervantes, escrita e ilustrada por GOL (nombre artístico de Miguel Gómez Andrea), se centra en seis momentos de la vida de su protagonista, narrados a modo de cuadros de una obra teatral de la época, donde no faltan los encuentros más o menos oníricos -de ahí el subtítulo La ensoñación del genio- entre el escritor y sus personajes más célebres, y donde las desventuras del protagonista y su familia son relatadas por su autor con tal naturalidad y desparpajo que hacen del presente libro una herramienta ideal para trabajar la figura del autor del Quijote en clases de Secundaria y Bachillerato. Créanme, que sé de lo que hablo.
Finalmente, hace unos días se publicaba uno de los libros del año: la edición de Don Quijote de La Mancha ilustrada por Miguel Ángel Martín, que se suma así a la larga nómina de artistas que han tratado de visualizar para nuestro deleite el imaginario de Alonso Quijano y su mundo. Esta edición en dos tomos de casi un millar y medio de páginas en estuche de lujo, y que ha corrido a cargo de Pollux Hernúñez y Emilio Pascual, parte del texto íntegro del original y lo actualiza para hacerlo legible para el lector de hoy de acuerdo con la normativa ortográfica actual de la Real Academia Española. Se trata de una versión que apuesta por ser popular (todo lo popular que puede ser un clásico de la literatura, se entiende), incluyendo anotaciones sencillas y cortas, "sin alardes filológicos ni más explicaciones que las precisas para comprender rápidamente el texto" a decir de sus responsables; una organización por versículos; e índices de los personajes y los lugares mencionados a lo largo de la obra. Pero el mayor atractivo de la propuesta radica, por supuesto, en las ciento cincuenta ilustraciones realizadas ex profeso por Martín, creador de Brian the Brain y uno de nuestros autores de cómic más internacionales. Su estilo, personalísimo y visualmente muy poderoso, contrasta con el de las versiones previas de la obra (una de ellas, recordarán, a cargo del también espléndido -aunque de un modo bien distinto- José Ramón Sánchez), pero no deja de ser un acercamiento fascinante a esta novela inmortal que firmó, tal y como nos recuerda la presente edición, Miguel de Cerbantes. Con b. O sea, que esta columna quizá se debió titular "Cerbantina", pero confieso que no me sentí capaz.
Un hombre llamado Cervantes, Cervantes. La ensoñación del genio y Don Quijote de La Mancha están editados por Almuzara, Dibbuks y Reino de Cordelia respectivamente.