Abandonad toda esperanza, salmo 368º
De ciencia ficción. O SF, de science fiction, si recurrimos a la etiqueta importada que todavía se sigue usando en círculos especializados. En realidad yo iba a hablarles hoy de El gran Gatsby: juro que fui al cine dispuesto a verla, pero con esto de que la distribuye Warner no entraba en las promociones vigentes y en taquilla me querían sablear más del doble que por cualquier otra película. Así que decidí hacer boicot a la distribuidora y opté por una segunda opción: Oblivion. Conste que también le tenía una cierta manía a priori, ya que la ciencia ficción no es precisamente mi género favorito: salvo muy contadas excepciones sus novelas me aburren, y muy pocas películas del género se cuentan entre mis predilectas (2001 aparte). Y eso que últimamente la cosecha ha sido bastante fructífera: Moon, Código fuente, Looper, Prometheus... Esta cinta que dirige Joseph Kosinski quizá no alcance la misma altura, pero bebe de algunas de ellas -muy especialmente de Moon, y también de Solaris (la de Soderbergh, no la de Tarkovsky: tampoco nos pasemos)- para ofrecernos un relato acerca de la naturaleza humana que, pese a lo previsible de alguna que otra supuesta sorpresa, consigue emocionar al espectador y despertar en él preguntas que también se plantea el personaje encarnado por Tom Cruise. Por cierto: el film está basado en una novela gráfica creada por el propio realizador, y si no me equivoco no está publicada por estos lares. Pues ya tarda alguna editorial en hacerse con los derechos...
EDT (Editores de Tebeos) podría ser una buena opción, aunque si la saco a colación no es por un tebeo, sino por un libro estupendo que publicaron hace ya unos meses pero que todavía no había tenido la oportunidad de recomendarles: Recordando Nueva Dimensión es una antología que recupera algunos de los textos e ilustraciones publicados en aquella mítica cabecera que debutó un año antes de la llegada del hombre a la Luna y que editaron tres apasionados de la ciencia ficción: Sebastián Martínez, el escritor Domingo Santos y Luis Vigil, este último figura clave del fandom autóctono al que siempre le tendré cariño por su labor en Ediciones Zinco al frente de revistas como las versiones patrias de Starlog o la añorada Fangoria. Respecto de Nueva Dimensión, servidor no la conoció en su día (desapareció en 1983, cuando yo tenía siete años), por lo que puedo enjuiciar el presente libro sin un filtro nostálgico que relativice mis apreciaciones. La verdad es que disfruto de los ensayos y los relatos (uno firmado por un joven prometedor llamado José Luis Garci) como el que más, aunque particularmente me quedo con las ilustraciones de maestros como Josep Maria Beà, Carlos Giménez, Esteban Maroto, Adolfo Usero o el internacional Frank Frazetta. Casi nada, oigan.
Resulta muy estimulante confrontar dichos textos con los de Prospectivas, que como se indica es una "Antología del cuento de ciencia ficción española actual". En su interior, seleccionados por Fernando Ángel Moreno (su prólogo, tan divertido como iluminador, es de lectura indispensable), encontrarán relatos de César Mallorquí, Elia Barceló, Rafael Marín o Juan Jacinto Muñoz Rengel (El asesino hipocondríaco fue una de las revelaciones literarias del año pasado), por citar algunos; permítanme destacar a Daniel Mares, que consiguió hacerme reír con su desmitificación de las invasiones alienígenas. Y eso, en los tiempos que corren y no siendo fan del género, me parece todo un logro. Aunque no tanto como poder contarles qué tal El gran Gatsby, pero no desesperen.
Oblivion se proyecta en cines de toda España; Recordando Nueva Dimensión y Prospectivas están editados por EDT y Salto de Página respectivamente.
