Coincidiendo con el concierto de Santa Cecilia de la Banda Municipal de Música de Villena, el pasado domingo dieron comienzo los actos que servirán para conmemorar el centenario del nacimiento del músico y compositor Manuel Carrascosa García. El repertorio escogido para la ocasión sumaba hasta cuatro piezas del maestro de Buñol, cuya figura también se hizo presente en las emocionadas palabras que su hijo dirigió al público.
El concierto extraordinario de Santa Cecilia ofrecido por la Banda Municipal en el Teatro Chapí durante la mañana del domingo, inauguró oficialmente el Centenario del Maestro Carrascosa, que tendrá continuidad a lo largo de 2012. El alcalde, Francisco Javier Esquembre, en nombre del Ayuntamiento, manifestó el reconocimiento, el agradecimiento y la memoria que con estas celebraciones se va a rendir a un hombre que contribuyó a mejorar y hacer más próspera nuestra ciudad, de la que fue nombrado hijo adoptivo en 1966.
Manuel Carrascosa, en un emocionado discurso, aludió a las dos debilidades de su padre: la Armónica de Buñol y la Banda Municipal de Villena. Recordó cómo a través de la solicitud realizada por el entonces concejal Juan José Amorós, un joven Carrascosa llegó al municipio natal de Chapí en 1939 para hacerse cargo de un grupo de unos 30 músicos. Impulsor de la agrupación de Coros y Danzas o de conciertos de zarzuela, en poco tiempo se convirtió en el artífice y dinamizador de la vida musical de la población.
Pasados los años, puesto en marcha ya el conservatorio municipal, Carrascosa le manifestaba a su hijo, no sin cierta sorna: antes iba por los colegios para que los niños estudiasen música gratis y no venían. Ahora, van pagando. El Maestro falleció en 1997, pero su legado pervive en partituras que forman parte de la cultura villenense. Dos de ellas fueron interpretadas por la Banda Juvenil en la primera parte del concierto: los pasodobles Norberto Sáez y Fanega. En la segunda parte, la Banda Municipal fue la encargada de tocar dos piezas más: Algo muy diferente e Ideas confusas, un capricho musical dedicado a su amigo Alfredo Rojas.
