Cómo elegir una cabeza tractora

Una cabeza tractora es un camión diseñado para transportar grandes cargas pesadas, que pueden ir en remolques o semirremolques. La peculiaridad de este tipo de vehículo es una quinta rueda, que se encarga de acoplarse a cualquier tipo de carrocería, ya sea una plataforma o un camión frigorífico. Se forma un acoplamiento móvil.

¿Debo comprar una unidad de segunda mano?

Comprar un tractor de segunda mano en España es una muy buena opción. Puede conseguir grandes ahorros de esta manera, y el camión estará en excelentes condiciones. No tiene sentido gastar mucho dinero en un vehículo nuevo si no se nota la diferencia.

Características a tener en cuenta

• Los principales factores técnicos a los que se presta atención a la hora de elegir este tipo de vehículos:
• Configuración de las ruedas. Si hay muchos ejes y pocas ruedas motrices, la capacidad campo a través se reduce.
• Capacidad del depósito de combustible. Los tractores utilizados para aplicaciones de medio recorrido suelen tener un depósito de combustible de 500 litros, mientras que los Euroframe para aplicaciones de largo recorrido tienen hasta 1.000 litros.
• La altura es la más baja (hasta 100 cm) y la más alta (hasta 135 cm).
• Diseño de la cabina: capó o cabrio. En el primer caso, el motor se desplaza hacia delante; en el segundo, se sitúa bajo la parte inferior del conductor. El diseño cabover también se denomina modelo europeo.
• Motor. Su potencia debe adaptarse a la carga útil prevista de la carrocería.
• Tipos de remolques admitidos, caja de cambios, número y capacidad de las baterías.

Cómo inspeccionar un camión comprado

• La mayoría de las cosas hay que comprobarlas durante la inspección:
• Aspecto - ausencia de óxido u otros defectos evidentes, incluso bajo una capa de pintura o masilla.
• Sistema de combustible del motor.
• Ángulo de giro de las ruedas.
• Neumáticos desgastados en el eje delantero. Si los neumáticos están desgastados de forma irregular, podría tratarse de juego del pivote o de los cojinetes.
• Año y kilometraje. Una antigüedad óptima no supera los cinco años, con un kilometraje de unos 800.000 km. Los coches con un kilometraje de 500.000 km o menos son sólo ligeramente más baratos que los nuevos. Y con más de 1.000.000 km de recorrido es arriesgado comprarlos: no tienen tanto margen de seguridad. Si el coche no ha pasado la revisión de servicio, y durante todo el tiempo con tal kilometraje nunca ha sido reparado, significa que pronto empezará a "desmoronarse".
• Sonido del motor. Deberá ser regular y silencioso, sin saltos ni sonidos extraños.
• Color del aceite del motor. Su tinte grisáceo indica que la junta de culata o las camisas pueden estar deformadas, debido a lo cual el anticongelante ha entrado en el sistema. Y si la turbina presenta fugas de aceite, puede ser necesario sustituirla.
• La caja de cambios del tractor. Las marchas deben cambiar suavemente, sin sacudidas. Una limpieza perfecta despierta sospechas: las piezas pueden haber sido lavadas, intentando así ocultar algo.
• Bastidor. Las marcas de soldadura en él son indeseables.

Hoy en día, casi todos los tractores están equipados con un ordenador de abordo, que registra toda la información sobre el funcionamiento de la máquina. En particular, se puede utilizar para comprobar cómo funcionan los frenos.