En las apuestas deportivas, las cuotas marcan el beneficio que se obtiene por cada euro apostado. Así, por ejemplo, si un resultado tiene una cuota de 1,5 quiere decir que, si se apuestan 10 euros, el reembolso obtenido si se acierta sería de 15 euros, o sea, los 10 arriesgados más 5 que resultarían de superávit.
Existen diferentes tipos de cuotas. Las más comunes y utilizadas son las decimales o europeas. Son siempre iguales o superiores a 1, y según cada casa de apuestas pueden incluir dos o tres decimales. Pueden encontrarse apuestas gratis sin depósito en yourate.com como una de las tantas ofertas que, hoy día, realizan estas casas para sus clientes.
También están las fraccionarias o inglesas, que se emplean principalmente en el Reino Unido. La fracción indica la ganancia neta y la cantidad apostada. Así, por ejemplo, en una cuota de 3/1, por cada tres euros que se apostasen la ganancia sería de 1. Para convertirla en una cuota decimal, basta con hacer la división y restarle 1. En este ejemplo utilizado, la cuota decimal resultante sería producto de dividir 3 entre 1 y restarle 1, lo que arrojaría una cifra de 2.
Las cuotas americanas son las que más se ven en los Estados Unidos. Funcionan de manera distinta y pueden ser positivas o negativas, dependiendo de si la cuota es superior o inferior a lo que equivaldría a 2 en el sistema decimal. Si es mayor o igual, el signo será positivo. La cuota marcará la ganancia neta que se puede obtener al apostar 100 unidades. Así, por ejemplo, si es +150, apostando 100 euros se obtendrían 150 en caso de ser acertada. En caso de resultar negativa al ser menor a 2, la cuota marcará lo que debemos arriesgar para conseguir una ganancia de 100 euros. Si es de -200, se obtendrán 100 euros de beneficio por cada 200 euros que se apuesten.
¿Qué factores tienen en cuenta las casas de apuestas para calcularlas?
Las casas de apuestas manejan diferentes variables para determinar sus cuotas, en base a aspectos como la clasificación de los equipos o jugadores, la trayectoria de cada uno de ellos, las lesiones, los últimos resultados...
También tienen en cuenta el margen de beneficio que obtienen con cada apuesta. Por eso, si existe una superioridad notoria de uno de los rivales respecto al otro, las cuotas serán muy bajas.
Para calcularlas, utilizan lo que se conoce como el método de las cantidades implícitas, por el cual la casa de apuestas se asegura que el porcentaje de pagos nunca será superior al 90% para, de esta forma, asegurarse siempre la ganancia. Las cuotas varían en función de la cantidad de gente que vaya apostando. Subirán si lo hace poca gente y bajarán si son muchas personas las que se arriesgan por ese resultado.
