El trabajo que en su día, tanto el urbanizador como el actual equipo de gobierno, se tomaron para acabar el Boulevard Ambrosio Cotes, contrasta con la dejadez en equipamiento eléctrico que actualmente sufren los vecinos que han pasado a ocupar las viviendas acabadas en este sector.
Actualmente existe una gran inquietud por parte de los vecinos, ya que si en su momento comenzaron a habitar sus domicilios con luz de obra, en este momento todavía continúan en esta precaria situación, dándose el caso según nos cuentan de que han tenido que desconectar ellos mismos de luz de obra, la pista de baloncesto que hay ante el Instituto de Educación Secundaria Hermanos Amorós. Los vecinos han pedido en numerosas ocasiones que Iberdrola solucione definitivamente el problema, esperando hasta el día de hoy esa solución que no llega.
Esta misma mañana, un grupo de madres comentaron el pésimo estado en que se encuentran los cables colgando desde el Colegio El Grec hasta el Colegio La Encarnación, enganchados en postes de madera que hacen dudar de su consistencia a los padres que todos los días pasan por debajo para llevar a los niños al colegio.
Pocos comentarios se pueden hacer a un cuadro eléctrico, situado en la rotonda, con unas medidas de protección espectaculares, un plástico y los restos de una valla. El plástico debido al buen tiempo se mantiene sobre el cuadro eléctrico, pero en días pasados la lluvia caía sobre el cuadro al quedar descubierto porque el viento quitó el plástico.
La guinda que colma el vaso de estas dantescas escenas se puede observar en una de las casetas que regulan las farolas del boulevard. Han quitado las bisagras, arrancado la puerta y la han tirado en uno de los jardines, colocándola provisionalmente los ingenieros del Ayuntamiento, en espera de que llegase la brigada de electricidad para volver a ubicarla en su lugar. Mientras tanto los niños siguen jugando en todo el recinto sin darse cuenta del peligro.
Iberdrola sin dar señales de vida.
