Con la letra H:
Contracción brusca, intermitente e involuntaria del diafragma y la glotis que produce una respiración interrumpida y violenta y un sonido inspiratorio. Supongo que ya lo habrán adivinado, la palabra correcta es hipo, que como prefijo significa debajo de o escasez de, pero que como nombre viene a ser ese molesto y repetitivo espasmo sonoro que cuando se produce no te deja vivir.
Normalmente aparece sin razón aparente y suele desaparecer a los pocos minutos; en raras ocasiones, puede persistir durante días, semanas o meses. El record mundial, ostentado por Charles Osborne (1894-1991), está en 68 años (1922-1990), tantos años de convivencia con el dichoso hipo para que justo al año de desaparecer la palmes, tal vez se acostumbrara tanto que no pudo vivir sin él.
Aunque el hipo suele aparecer espontáneamente y sin razón alguna, no quiere decir que no la tenga en alguno de los casos. La mayoría de las veces tiene relación con acciones como ingerir alimentos muy rápido o comida muy caliente o picante, tomar algo frío y seguidamente algo caliente, toser o reír demasiado y, lo más conocido popularmente, el exceso de bebidas alcohólicas; y es que el hipo es un síntoma que muchas veces confirma el estado de embriaguez de alguno que, aunque ya se le nota, ha tomado algunas cuantas copas de más.
No existe una forma milagrosa de detener el hipo que sirva para todos los casos, pero por alguna causa desconocida existen mil y una maneras de quitar el hipo, a cual de ellas más sorprendente y absurda. Aunque la mayoría de ellas se basan en razones científicas, su carácter popular y urbano hacen que alguno de estos remedios parezca hasta una tomadura de pelo. Uno de los más comunes es vulgarmente conocido como el susto y está muy extendido, que bien puede hacer desaparecer el hipo pero que también tiene una contraindicación, aumenta el riesgo de infarto. Respirar repetitivamente dentro de una bolsa de papel es uno de los científicamente más recomendados junto con otro que incluso llegan a recomendar algunos médicos, tomar una cucharadita de azúcar; aunque yo creía que eso era para la tensión, parece que en algunos casos funciona. El agua y el azúcar son uno de los productos naturales que más enfermedades y afecciones de todo tipo curan: mi madre todo lo cura con un poco de agua, para el hipo, que si a tragos cortos, que si tomar un vaso de agua del revés, que así todo lo más que te pude pasar es que derrames el agua por todos lados y te toque fregar el suelo, por lo que cuando termines ya se te habrá olvidado hasta lo del hipo. Y es que el despiste, y con ello supongo que la relajación, en este caso, del diafragma, parece ser una de las maneras más fáciles de erradicar el hipo y, a la vez, una de las más absurdas, como preguntarte por lo que comiste el día anterior o ejecutar una postura imposible. Otras tienen más que ver con la respiración, como la de beber un vaso de agua sin respirar, y de nuevo aparece el agua, o decir una frase larga, muchas veces en forma de canción-trabalenguas hasta que te asfixias. Otras son tan científicamente incoherentes que sorprenden por su eficacia. En el caso de los bebes, y extraña que sólo funcione con niños muy pequeños, es la de coger una pelusa de la ropa del bebe afectado y, eso sí, con un poco de saliva colocarla en la frente del niño.
Tener hipo no es nada en lo que se nos vaya a ir la vida, pero es molesto, y se le ponen a uno los pelos de punta cuando piensa que un día puede llegar y no irse en mucho tiempo y tener que compartir el día a día con esa peculiaridad tiene que poner de los nervios tanto al que la padece como a los que le rodean. Es muy poco común pero ocurre, aunque de todas formas no hay que preocuparse hasta que el episodio de hipo dure más de tres horas. Si las supera, visite a su médico de cabecera, mientras puede intentar alguno de los remedios aquí mencionados, pero eso sí, no le puedo asegurar que funcionen, pero seguro se entretiene un buen rato con alguno de ellos, incluso se puede usted reír, pero no mucho, no vaya a ser que le de más hipo.