Barrios

Concluida la reurbanización del barrio de San Antón

La actuación, de 1,5 millones de euros, ha permitido reurbanizar cuatro calles, mejorar su accesibilidad y crear pequeñas zonas verdes

El alcalde, Fulgencio Cerdán, acompañados por los ediles de Urbanismo, Francisco Iniesta; Casco Histórico, Eva García; y Obras, Javier Martínez, ha cursado hoy visita a las obras de reurbanización de varias calles del barrio de San Antón, recién concluidas.

Las obras, recordaba Cerdán, responden a las demandas de los vecinos del barrio y al grave problema de filtraciones que sufrían algunas de estas calles, en las que hace unos años fue necesario derribar varios inmuebles para garantizar la seguridad de vecinos y viandantes.

La actuación fue adjudicada por 1,3 millones de euros, siendo necesario hacer un añadido de 140.000 euros debido a la aparición, a lo largo de la calle José Zapater, de un tramo de la muralla medieval de Villena, que ha sido revisada, registrada y conservada para la posteridad, dejando sobre el firme un pavimento diferente que recordará su trazado y grosor a quienes transiten por la calle.

El recorrido de la muralla medieval a través de José Zapater

Al final, concluía Cerdán, una obra “muy demandada y que una vez terminada ha quedado muy elegante, aportando además seguridad y calidad de vida a los vecinos, que han ganado espacios públicos como la pequeña plaza creada en la calle Maestro Moltó donde antes solo había unas cuantas plazas de aparcamiento”. Además, añadía, “al igual que hacemos con otros espacios públicos, dotaremos a esta plaza de vida programando diferentes actividades en ella”.

Por último, el alcalde pedía a la ciudadanía respeto, invitando a los vecinos a denunciar cualquier acto de vandalismo que pueda dañar las nuevas infraestructuras.

Accesibilidad y nuevas infraestructuras

Por su parte, Francisco Iniesta destacaba la apuesta por la accesibilidad con la instalación de plataforma única en las calles Maestro Moltó, José Zapater, Verónica y Telarete, que facilita la accesibilidad y obliga a los vehículos a reducir la velocidad, generando un espacio más amable para vecinos y peatones, que además pueden disfrutar de la incorporación de plantas y arbolado y la creación de pequeñas zonas verdes en algunos puntos del recorrido.

Todo ello, en una actuación que ha incluido también la renovación de infraestructuras básicas como saneamiento, alumbrado, electricidad y pluviales, aunque en algunas zonas no ha sido posible soterrar todo el cableado eléctrico, algo que deberán hacer las distintas empresas responsables en el futuro. No obstante, la preinstalación ya está hecha, por lo que cualquier nuevo servicio que se instale o sustituya a los actuales, deberá usar ya esas instalaciones subterráneas.

El cableado aéreo, una asignatura aún pendiente

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Un comentario

  1. Pues haber arreglado todo el subsuelo y no haber dejado tuberías vacías para todo ese cableado o haber aprovechado y consensuado con las diferentes compañías el poner todas esas acometidas por bajo tierra resulta un tanto lamentable. La fealdad que dejan todos esos cables en una zona histórica, hace que cualquier visitante se le vayan los ojos a las paredes y cielos en vez de al suelo para ver las inscripciones que hay, que por cierto, se ven muy poco o casi nada, gracias a algún inteligente que no pensó en ello.

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