Contestación de Fulgencio Cerdán a Cate Hernández respecto a la polémica por el plan FID
No ofende quien quiere, sino quien puede. Por tanto, no me pronuncio como ofendido, solo como aludido. Evitaré tomar en consideración las descalificaciones personales vertidas por Cate Hernández en su rueda de prensa de ayer. Quiero pensar que son fruto del enfado y no de un análisis sosegado y objetivo. Tampoco acostumbro a juzgar a las personas por una conducta aislada. Así pues, mantendré mi buena opinión de la edil Verde.
Quizá la ofuscación le impida reconocer que en mis declaraciones mencioné literalmente que el Plan de Felicidad, Igualdad y Diversidad (FID) tiene bondades. Aunque se necesita separar el grano de la paja para ajustarnos, además, a la legalidad vigente. Las prisas no son buenas ni en el sexo ni en la política.
La libertad individual y los derechos de las personas han de ser fomentados, garantizados y protegidos por los poderes públicos. Si bien la Administración municipal, en este caso, no tiene potestad para entrometerse e inmiscuirse en la vida privada. Eso solo ocurre en los regímenes totalitaristas y dictatoriales. Al igual que en un Estado aconfesional se ha de respetar que cada uno en su casa sea creyente o ateo, con independencia del dogma que predica la Iglesia católica o cualquier otra institución religiosa, el Ayuntamiento no puede pretender adoctrinar e imponer ciertas prácticas a los individuos que se circunscriben a su vida privada.
El límite para una feliz convivencia siempre será el respeto a la libertad del otro, a la democracia y al sistema jurídico. Por supuesto, vivimos en una sociedad imperfecta en la que debemos seguir reivindicando aquellos cambios que aseguren la igualdad entre mujeres y hombres desde los postulados éticos, socialdemócratas y progresistas que siempre han supuesto las políticas efectivas, no efectistas, llevadas a cabo por el PSOE. La igualdad no debe confundirse con da igual cómo conseguirla, porque el fin y el medio son igualmente importantes. El bien común no ha de ser nunca excluyente.
Lo que propone el Plan FID es condicionar la vida de los vecinos y las vecinas de Villena. Entre otras cosas con esta herramienta se pretende conocer el perfil de diversidad interno y externo (del personal y de las personas usuarias del Ayuntamiento); trasladar los criterios del FID a las asociaciones, obligándolas a que lo cofinancien junto al Consistorio; señalar en una guía las asociaciones que lo han asumido y cuáles no; promover el desarrollo de identidades corporales y relaciones afectivo-sexuales felices y empoderadas con preadolescentes, adolescentes y jóvenes; realizar una serie de actuaciones más propias de un programa electoral que de un plan municipal; y celebrar determinadas fiestas. Asimismo, el equipo de gobierno Verde persigue legislar sobre competencias que no son propias del Ayuntamiento. Estas actuaciones e iniciativas están planteadas por escrito en un documento registrado e incluido en el orden del día de una Comisión informativa sin ningún consenso social ni fiscalización del resto de grupos políticos. Encima, tras desatenderse nuestra solicitud de retirada por tres veces, finalmente deprisa y corriendo se dejó sobre la mesa cuando se tuvo constancia de que el Consejo de Igualdad tampoco lo respaldaba. Una muestra de despropósito, mala gestión y oportunismo por parte de los Verdes.
Cate Hernández miente al decir que el PSOE le dio el visto bueno en la Junta de Gobierno para incluir esta moción en el Pleno de febrero. En la Junta de Gobierno solo se dijo que nos enviaría el último borrador del Plan para revisarlo por si teníamos que efectuar aportaciones. Además, en ese momento no se informó de la visita de la vicepresidenta del Gobierno valenciano a principios de marzo. Cuando afirma que la falta de quórum no permitió tomar ninguna decisión en el Consejo de Igualdad, vuelve a faltar a la verdad. Cate Hernández, a sabiendas de que no existía quórum para tratar el asunto, como así le informaron, solicitó que se debatiera el plan FID en ese momento. Las integrantes allí presentes no se mostraron a favor de su contenido. La representante del PSOE en este organismo municipal se enteró de la visita de Mónica Oltra justo antes de entrar a la reunión. Es entonces cuando la concejala de Igualdad y teniente de alcalde manifiesta que las prisas por aprobar este plan se deben a la visita de la vicepresidenta de la Generalitat.
Cate Hernández argumenta también que monto gresca y que no tiene la mano tendida del Partido Socialista para poder consensuar el asunto. Algo totalmente falso. El 12 de febrero de 2018 a las 22:25 nos remite por correo electrónico el borrador del plan FID, indicando que va a ser tratado tres días después en el Consejo de Igualdad. Al día siguiente, y tras un primer análisis del documento, a las 12:57 h. la portavoz municipal socialista le manifiesta por el mismo cauce nuestras dudas. Así como que vemos precipitado en tan poco tiempo poder hacer aportaciones sustanciales. Hay muchos temas que trascienden al Consejo de Igualdad y se tiene que ver con detenimiento, ya que estas medidas van a repercutir en las decisiones de futuras corporaciones. En todo caso, nos ponemos a su disposición para redactar un texto por consenso. Ante esta petición, Cate Hernández, desconocemos por qué causa, no nos ha contestado hasta el día de ayer. Es decir, una semana después y tras llevar la propuesta unilateralmente y sin consenso a la Comisión informativa.
Si la edil Verde hubiera tenido un interés real en buscar colaboración, hubiera encontrado sensatez y rigor por nuestra parte, como así ha sucedido en múltiples ocasiones en esta legislatura. Pero es evidente que tras no contestar a esta sugerencia del PSOE ni a la propuesta de dejarla sobre la mesa, Cate Hernández ha puesto de manifiesto lo poco que le importaba nuestra opinión hasta el día de ayer, antes de salir a los medios. Lo único que he hecho es ejercer mi libertad de expresión como representante político, mostrando mi discrepancia e informando a la ciudadanía.
Desde el Partido Socialista no aceptamos lecciones de igualdad. Personalmente reconozco la labor de la concejala del área, pero ha de dejar de hacerse la víctima. En ningún caso he cuestionado el uso del lenguaje inclusivo, no sé de dónde ha sacado esa falsa acusación. Soy el primero que intenta utilizarlo en mi día a día. Pero sí estoy en contra de las imposiciones absolutistas, de los extremismos, de las demagogias. Como docente, pienso que es mejor educar que imponer, concienciar que sancionar. Y lo de su frívola y exagerada comparación entre el orgasmo femenino y la mutilación genital, no entro tan siquiera a valorarla. Solo recordarle que esa barbarie contra la dignidad de la mujer está prohibida y perseguida en Villena y en España. Es más, no es necesario ejercer de feminista oficial para estar en contra de esa práctica deplorable. Cualquier persona con sentido común lo rechaza tajantemente.
Para finalizar, no cuestiono en ningún momento la capacidad de la empresa o la persona encargada de realizar el plan. Pero sí quiero recordar que el diagnóstico para poner en marcha esta iniciativa se basa en unas encuestas que únicamente han controlado desde el partido de los Verdes de Villena. Lo que cuestiona su veracidad y su objetividad científica y sistemática. El procedimiento de la toma de datos está sesgado de partida. Y muy a pesar de las declaraciones de Cate Hernández, seguimos sin conocer los costes de realización y desarrollo del plan.
Fulgencio J. Cerdán
Concejal del PSOE de Villena