Opinión

Cosas que hacíamos antes de tener un smartphone

Si eres alguien que nació antes de la década de los 90 podrás recordar cómo se vivía sin la necesidad de estar mirando a una pantalla cada pocos minutos. No quiero decir con ello que nuestra vida fuese mejor o peor, era diferente en muchos aspectos y hoy vamos a recordar algunas de las cosas que hacíamos antes de la irrupción de nuestros queridos teléfonos móviles inteligentes.
Quedar con los amigos o tu novio
Si tenías un poco de suerte, podías permitirte llamar desde tu casa a la suya, o hacerlo desde una cabina. Se respetaban normalmente los tiempos de descanso y las siestas. Si no existía la posibilidad de hacer llamada simplemente se quedaba de un día para otro, o incluso de un domingo para un viernes, en el lugar convenido, y si eras adolescente que daba sus primeros escarceos amorosos, de igual manera pero de un fin de semana para el siguiente.

Llevabas cámara de fotos
Antes nos perdíamos poder inmortalizar cualquier momento, incluso los más triviales. Sólo llevabas cámara de fotos a las excursiones o viajes, y era un aparato normalmente caro y del cual debíamos de esperar a acabar su carrete para poder ver los resultados, además pagando por ello.

Te conocías la ubicación de las cabinas
Si surgía un imprevisto sabías llegar a la cabina telefónica más próxima porque su número en las ciudades era mayor. Hoy apenas quedan y se plantea su desaparición total para años venideros. ¿Te sabes la ubicación delas que quedan en Villena? ¡Cuántas bromas telefónicas realizábamos de pequeños y adolescentes!

En los transportes públicos se viajaba distinto
No había pantallas que mirar, el que más se aislaba del mundo con un walkman o discman. O se producía la famosa “mirada de la cárcel”, muy típica cuando subimos al ascensor con desconocidos. El resto, leía en papel o miraba por las ventanillas.

Teníamos los pulgares atrofiados
Ahora están en plena forma, la velocidad a la cual escribimos ha crecido de manera increíble. Hay quien los mueve a velocidad de vértigo, solo es cuestión de ver cómo lo hacen los adolescentes.

Preguntabas por la calle
Si querías llegar a un sitio y no sabías cómo no tenías la aplicación de Mapas, simplemente parabas a cualquier desconocido y preguntabas. Lo peor que podía pasar era la famosa respuesta “perdona, no soy de aquí”, pero siempre terminábamos llegando.

Esta ha sido una pequeña muestra de aquellas cosas que ahora han ido pasando a un segundo plano, pero seguramente en el imaginario colectivo hay muchas más.

(Votos: 0 Promedio: 0)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba