Existen diferentes estudios que certifican que, en los últimos años, las solicitudes de microcréditos o créditos rápidos han aumentado considerablemente. Plataformas como Credy.es han visto cómo sus visitas han crecido muy rápidamente, así como el número de transacciones realizadas.
El aumento de esta solución financiera depende, por un lado, de la mejora de la coyuntura económica que permite, en muchos casos, tener mayor flexibilidad a la hora de realizar pagos. Por otro lado, también se debe a la proliferación de estas plataformas, antes inexistentes.
Las causas por las que se suele recurrir a un crédito rápido son numerosas. Sin embargo, la mayor parte de ellas tienen que ver con imprevistos. Estos son, por ejemplo, una avería del coche, tener que cambiar de ordenador o que se haya roto la nevera y ya no esté en garantía. Todas estas situaciones se definen bajo el paraguas de los imprevistos porque, en muchos casos, la capacidad de ahorro de las economías domésticas es limitada y no contempla poder hacer frente a un gasto de esta índole.
Pero, por otro lado, a lo largo del año, existen también momentos puntuales en los que se requieren ciertas cantidades de dinero que, por mucho que se intente prever, no siempre se dispone de una holgura suficiente como para no tener que pedir un crédito. Estos momentos pueden ser las Navidades sobre todo si se tienen hijos pequeños, las vacaciones de verano, la vuelta al cole o, en categorías de evento,s la Primera Comunión o una boda, si coincide.
La fórmula de los créditos rápidos o créditos al instante ha servido para favorecer el acceso al dinero de muchas personas que antes, por el sistema tradicional, no tenían. En este sentido, esto se debe a que las cantidades que se pueden solicitar son mucho menores, una opción que no está contemplada en el sistema tradicional, partiendo de un mínimo normalmente muy superior a la cantidad que, en realidad, se necesita.
La cantidad es una de las ventajas de este tipo de soluciones financieras. Además, al operar en internet, el usuario no tiene que depender de horarios comerciales y puede realizar su operación a cualquier hora del día, desde cualquier dispositivo que tenga conexión a internet. Asimismo, el procedimiento es muy sencillo; generalmente basta indicar la cantidad que se necesita (normalmente con un mínimo de 50 y un máximo de 500 o 700 , dependiendo de las plataformas), señalar el plazo en el que se realizará la devolución y cumplimentar un formulario con los datos personales y el número de cuenta bancaria. Una vez validados a través de un mensaje de texto al móvil, se recibirá, casi al instante, la cantidad de dinero solicitada a la cuenta indicada.
Gracias a estas plataformas, muchas familias pueden dar respuesta ágil a esos imprevistos con los que no contaban; ágil porque el proceso de recepción del crédito es en tiempo real y ágil porque se completa de una sola vez, sin necesidad de pasos administrativos o comprobaciones burocráticas. Por estos motivos, esta solución financiera cada vez es más practicada y se espera que, en los próximos años, continúe la tendencia.
