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Crónica de un indulto anunciado e imposible

Mucho interés tenía la empresa de que se indultase un toro en Villena. Desde la presentación del cartel hasta el último momento del enchiqueramiento había una gran ilusión porque se produjese este suceso. Esto era con la mejor intención, porque en el mundo del toro se quiere recuperar la plaza de toros de Villena para el calendario taurino y un indulto tiene una gran repercusión mediática.
El indulto en una plaza de tercera categoría es imposible porque lo prohíbe el reglamento en su artículo 83. Además, el ganado dio al traste con las ilusiones del ganadero Ricardo Gallardo, que tras el sorteo declaraba a EPdV que prefería “no hacer quinielas y esperar hasta las diez de la noche para hacer balance sobre el juego de los toros”. Las reses llegaron de las tierras gaditanas el día 6 por la mañana, resultando muy laboriosas las faenas del desembarque porque nuestra plaza dispone de unas instalaciones muy precarias entre bastidores. No obstante, hubo un gran despliegue de personal por parte de la empresa y antes del mediodía pudo tener lugar el primer reconocimiento veterinario, resultando aprobada la corrida al completo.

En la mañana del festejo de nuevo se echó de menos unas dependencias interiores adecuadas cuando llegó la hora de enchiquerar y un centenar de aficionados mostraban en la puerta su interés por ver los toros. Esto es un derecho y una costumbre que existía en Villena: Los toros estarán expuestos a partir de día 4, ponía en los carteles de la antigua plaza. A pesar de las carencias, la empresa y la autoridad mostraron su sensibilidad y permitieron el acceso restringiéndolo por pequeños grupos, hasta que todos pudieron admirar las reses tras haber sido sorteadas.

Por la tarde el presidente sacó el pañuelo blanco y el festejo comenzó con puntualidad, a medias entre la hora oficial y la que marcaba el reloj de la plaza. A la postre, se levantó la sesión casi tres horas después dado que hubo varias pausas, tanto para admirar el paseíllo de las madrinas –Estudiantes, Marinos Corsarios, Moros Nuevos, Marruecos, Ballesteros, Moros Viejos, Nazaríes, Piratas y Almogávares– como para acondicionar el ruedo tras las actuaciones del rejoneador como para regarlo.

No merecieron tanto premio
Si Andy Cartagena enardeció al respetable, Juan José Padilla convirtió la plaza en un manicomio con sólo aparecer por la tronera del burladero. Pero por lo realizado esta tarde, ninguno de los dos mereció tanto premio. Cartagena permitió que sus dos oponentes golpeasen permanentemente a las cabalgaduras, clavando a la grupa y derrochando –eso sí– quiebros, recortes y piruetas, en una extraordinaria demostración de doma.

El jerezano es un portento ante quien me descubro en señal de respeto y admiración. No obstante, en Villena no ha estado bien salvo que llegó a la altura de su primero pero anduvo muy por debajo de su segundo, pues no pudo con Víbora, un toro de bandera que derribó al caballo tras una brava pelea en varas y que todavía recibió la segunda de propina, porque este toro sí que iba. Aun así, Padilla hubo de pedir el cambio tras el segundo par de banderillas y lo finiquitó tras apenas cuatro minutos de faena. El presidente trató en la medida de lo posible contener la avalancha de trofeos, pero no se puede luchar contra los elementos. Si llegan a entrar a la plaza las quinientas gargantas que se quedaron a pié de taquilla, hubiese tenido que buscar rabos de renting. Al Ciclón de Jerez, que es una gran persona, le honra el gesto de sincera gratitud que tuvo con Blanes.

Daniel Luque interpretó el mejor toreo durante la lidia del último de la tarde. Tras haber dejado unos destellos en su primero, toreó a Soplón cargando la suerte y con pellizco: Verónicas para saludarlo y elegante toreo de muleta con ambas manos, destacando dos series de naturales al hilo del tendido 9 a los sones del pasodoble Manolete, magníficamente interpretado por la Banda. Por desgracia, su toreo no tuvo calado en el tendido y además el toro se rajó, por lo que el resto de la faena se tradujo en una pugna entre una res que sólo quería quedarse en las tablas y un torero sevillano que lo sacaba a los medios.

Ficha de la corrida mixta con rejones
Plaza de Toros de Villena. Viernes 7 de septiembre de 2012. Casi lleno. Los diestros hicieron el paseíllo desmonterados. Presidió Vicente Blanes Torreblanca y amenizó el espectáculo el Grupo Musical Villena.

Toros de Fuente Ymbro, correctos de presentación, algo desigual, comodísimos de cara -por decirlo de alguna manera- con tendencia a mansear y flojos en general. Más que suficiente para esta plaza. El primero resultó bravo y aplaudido en el arrastre, el tercero fue un mansurrón, el quinto destacó con la mejor condición de la corrida y el último por su gran cuajo, pues había sido aprobado en Cuenca, una plaza de segunda categoría.

1º Malasombra, nº 22. Negro mulato bragado. 2º Jalado, nº 69. Negro. 3º Gestor, nº 31. Negro. 4º Informal, nº 67. Negro. 5º Víbora, nº 25. Negro.
6º Soplón, nº 4. Negro. Sobrero de Rejones Regatero, nº 38. Negro mulato. Sobrero Improvisado, nº 90. Negro listón.

Andy Cartagena, de corto campero. Rejón y tres descabellos, oreja. Rejón, dos orejas.
Juan José Padilla, de malva y oro. Estocada trasera, dos orejas. Estocada, dos orejas y rabo.
Daniel Luque, de verde manzana y oro. Estocada trasera, oreja. Estocada trasera, oreja.

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