Cuestión de género(s)
Abandonad toda esperanza, salmo 527º
Como ya les conté hace un par de semanas, mientras en Gijón se celebraba una nueva edición de la Semana Negra decidí leer algunos de los libros que se presentaban allí; y, por supuesto, no podía dejar pasar al ganador del premio gordo, el Hammett a la mejor novela negra del año, que esta vez ha recaído en Subsuelo, del escritor argentino afincado en España Marcelo Luján. Debo mencionar que, aunque la decisión del jurado fue unánime, el palmarés de esta edición ha estado rodeado de polémica desde el principio: ya se destacó en su momento que no había ni una sola escritora entre los autores nominados (los otros cuatro fueron Raúl Argemí, Juan Bolea, Julián Ibáñez y Ernesto Mallo), lo cual, lógicamente, generó un encendido debate en las redes sociales. Y en el acta firmada por Rosa Ribas, Cathy Fourez, Ignacio del Valle y Miguel Barrero se especificaba: "El jurado quiere señalar que la selección de finalistas era muy desigual. Del mismo modo, opina que la baja calidad de algunas de las obras seleccionadas pone aún más en evidencia la falta de novelas escritas por mujeres entre los títulos finalistas". Por supuesto, la polémica se reavivó todavía más, muy especialmente entre los mencionados Ibáñez y Ribas; ya saben, aquello de "pocos, y mal avenidos". Lo curioso es que, al margen de estos dimes y diretes y de la indudable calidad literaria de la obra galardonada, premiar un libro como Subsuelo en cualquier otro año en el que no hubiera saltado la polémica por cuestiones de género (masculino versus femenino) habría generado un sano -aunque en muchas ocasiones improductivo- debate acerca de la definición del género (negro, policíaco o como quieran llamarlo versus otras temáticas diferentes). Porque, lo que es yo, no tengo nada claro que la de Luján sea una novela negra como tal: en el relato hay un muerto pero no hay crimen (al menos no tal y como mandan los cánones del género, y no puedo explicárselo mejor sin caer en el pantanoso terreno del spoiler); apenas hay tampoco intriga, investigación y/o giro argumental revelador de última hora; y si la presencia de una mirada crítica a propósito de la sociedad reflejada en la obra es el elemento que distingue a la narrativa negra propiamente dicha de la novela enigma y otras manifestaciones del thriller literario, la verdad es que aquella también brilla por su ausencia. Sea como sea, si este galardón sirve para que Subsuelo llegue a un número mayor de lectores (como ha ocurrido conmigo, sin ir más lejos), bienvenido sea: y es que por mi parte solo puedo recomendarles encarecidamente que lean esta novela, muy sencilla en su anécdota argumental pero extremadamente compleja tanto en su arriesgada estructura narrativa como muy especialmente en su alcance emocional y psicológico. Un libro espléndido, vaya, al margen de cualquier cuestión de género.
Otro título que puede servir de ejemplo para debatir a propósito de las fronteras del noir es Orígenes secretos, del realizador y guionista televisivo David Galán Galindo, que tras foguearse en el terreno de la literatura con un par de relatos de género fantástico se pasa a la narrativa de largo recorrido con este particular cruce de la novela policíaca y las más recientes manifestaciones de la cultura popular, muy especialmente el cómic superheroico. De la primera toma lo esencial: el esquema narrativo, incluyendo la intriga argumental -aquí sí hay alguna que otra sorpresa a lo largo del camino-, la presencia de la ciudad (en este caso, Madrid) como un personaje más de la historia, y la tipología de los personajes... apostando por una pareja protagonista formada por individuos contrapuestos que recuerda a las buddy movies tipo Arma letal y todas las imitaciones que vinieron después. Y de los tebeos de superhéroes, las películas de fantasía, el anime, los juegos de rol y el cosplay coge mil y una referencias que el autor indudablemente conoce muy bien y con los que, inteligente y sibilinamente, salpica la trama para ganarse la simpatía del lector cómplice (figura con la que, como imaginarán, me identifico con facilidad). Bien es cierto que Orígenes secretos no es una novela magistral, dado que se echa de menos un mayor cuidado en el estilo de la prosa; pero funcionará a las mil maravillas como divertimento, sobre todo entre los miembros del fandom (si usted se pregunta qué es el fandom, no se preocupe: no forma parte de él), aunque resulte recomendable para cualquiera que busque una lectura entretenida para leer en la playa o junto a la piscina.
Finalmente, al margen de las novelas comentadas, quizá quieran ustedes leer alguna novela negra al más puro estilo hard boiled y que por tanto pertenezca al género de forma indiscutible. Es decir: un relato de intriga y violencia con policías, criminales, detectives privados, corrupción y demás elementos característicos del mismo. Pues están de enhorabuena: ECC Ediciones, especializada en cómics pero que también cuenta con algunas líneas editoriales dedicadas a la literatura, se ha propuesto recuperar en ocho volúmenes de aparición aproximadamente trimestral las trece novelas que el escritor Mickey Spillane dedicó a su personaje más característico: Mike Hammer, el más duro de los investigadores privados, que ha tenido varias encarnaciones en el cine (en filmes como el gran clásico El beso mortal, Yo, el jurado o la bastante desconocida Cazadores de mujeres, en esta última interpretado por el propio escritor), pero que la mayoría recordarán con el rostro de Stacy Keach, que le dio vida en la popular serie televisiva de los años ochenta. Por cuestiones legales -imagino que los derechos de los primeros títulos siguen por el momento en manos de RBA- han empezado publicando el tercer tomo con las novelas Una noche solitaria y La gran matanza, como el resto de títulos de la serie con una nueva traducción para la ocasión, y dejan los dos primeros volúmenes para el final. En el orden que sea, si son verdaderos fanáticos del género (el negro, digo), les recomiendo que se hagan con toda la colección al completo. Por mi parte, iré comentando cada entrega con más detalle conforme vayan apareciendo... pero no aquí, sino en la revista digital Calibre .38, esa que de vez en cuando, no tanto como debiera, les recomiendo que visiten. Así pues, les emplazo a que lean la crítica correspondiente a la vuelta de las vacaciones de agosto.
Subsuelo, Orígenes secretos y Mike Hammer están editados por Salto de Página, Stella Maris y ECC respectivamente.