Hasta donde yo conozco

De las huelgas, la nacionalidad y otras cosas del querer

Sí amigos, las huelgas tienen nacionalidades. Depende de dónde nazcan para saber en qué se convertirán. Son como los niños… predecibles. En España, con todo lo que nos “llueve”, hemos vivido nuestra quinta huelga general desde que se reinstauró la monarquía. Y hemos necesitado más de 3 meses para negociarla, convocarla y organizarla, para que al final nos encontremos con un mediocre porcentaje de participación, porque aunque las cifras varían según las fuentes, el pasado 29 de septiembre sólo se alcanzó un 50 por ciento en la mayoría de las comunidades autónomas, salvo en el País Vasco, que dado que los sindicatos nacionalistas no se sumaron a la convocatoria el porcentaje sólo llegó al 30 por ciento.
Estos días estamos viendo la incidencia que una huelga convocada un jueves puede tener el lunes siguiente en la población, pero claro, estamos hablando de Francia, y todos recordaremos que sólo existió un mayo del 68, ¡el francés! Un porcentaje de casi el 71 por ciento de los franceses apoya el paro y se defiende de las decisiones del gobierno de Sarkozy, sumándose a las más de 250 manifestaciones convocadas en un solo día, y se revelan contra la prolongación de la edad de jubilación. ¡¡¡Dos años de la vida de cada francés tienen la culpa!!!... y eso que nos ganan por la mano, nosotros les sacamos 5.

Para mí, españolito de a pie, y acostumbrado a las huelgas patrias, ha sido muy sorprendente (y enojoso) que una huelga, convocada el jueves día 7, haya logrado para mis huesos que, el martes día 12, se hayan cancelado, entre otros, mi vuelo, y que haya padecido más de 48 horas de retraso, de cancelaciones, de esperas en autopistas, y todo ello en un pequeño aeropuerto francés con una media irrisoria de 3 vuelos a la hora. Si llego a estar en el CDG (Aeropuerto Internacional de Paris Charles de Gaulle), en vez de Beauvais, aun estaría como Viktor Navorski (Tom Hanks), deambulando por “La Terminal”.

Y el caso es que esa huelga no fue ni radioyente ni televidente, es decir, apenas hubo apariciones sindicales en esos medios de comunicación para instar a la movilización. Los sindicatos franceses saben que su fuerza radica en su poder de convocatoria y sabiéndolo, lo ejecutan. Y da igual que falten 48 ó 72 horas, el éxito será razonable. Igualito que los españoles, ¿verdad? Francia es una gran nación, ¡hasta para marear al gobierno!

Pero lo cierto es que esta huelga (de nacionalidad francesa) está afectando a otras “nacionalidades”. Esta misma mañana (por martes día 19) el aeropuerto de El Prat de Llobregat (Barcelona) ha cancelado 34 vuelos a causa de la nueva jornada de protestas convocadas contra la reforma de las pensiones en Francia, según han informado a Efe fuentes de Aena.

Y yo me pregunto por qué los españoles, ya que sufrimos en las pérdidas, no les pedimos a nuestros vecinos franceses que cuando consigan (que no lo creo) alguna prebenda podamos compartir también los beneficios, por aquello de las cosas del querer. ¿No les parece?

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