De Moros y Cristianos y… (Andrés Ferrándiz Domene en Información)
El Diario Información, en su edición de hoy, publica un artículo de nuestro amigo y colaborador Mateo Marco relativo a la presentación del libro "Día 4 que me fuera...", de Andrés Ferrándiz Domene. A continuación, lo reproducimos íntegramente.
Andrés Ferrándiz Domene no es Andrés Ferrándiz Domene. Me enteré el otro día comiendo con él. Andrés Ferrándiz Domene es... Es el autor del libro Día 4 que me fuera. Aventuras y desventuras de un villenero universal, una colección de artículos divertidísimos publicados en la prensa local villenense. Los últimos, en El Periódico de Villena (EPDV). Quienes están familiarizados con la liturgia festera saben que en Villena es muy popular y como mágica por querer conjurar el paso del tiempo la frase Día 4 que fuera y lo pasao, pasao. Frase de complicidad entre festeros que expresa el deseo o la pasión porque llegue el comienzo de las fiestas patronales. Frase popular que ha dado título a un simpático pasodoble festero con música de Alberto Pardo Caturla y letra de Pedro Hernández Hurtado; y a la cabecera del boletín que, desde enero de 1971, edita la Junta Central de Fiestas de Moros y Cristianos de Villena con una periodicidad que ha sido mensual, bimensual o trimestral según periodos. Y también, "Día 4 que fuera" es el título de la revista extraordinaria anual que la misma Junta Central edita, desde agosto-septiembre de 1984, con motivo de las fiestas septembrinas.
Pues bien, jugando con la frase sagrada, Andrés Ferrándiz Domene puso título a sus artículos que ahora, en recopilación selecta y con otras paridas ingeniosas algunas inéditas e ilustradas por Vicente Molina Petete, han tomado forma de libro. ¿Irreverente?... No lo creo. Quien así lo vea, lo ve mal. Andrés Ferrándiz Domene, el que resulta ahora que no es Andrés Ferrándiz Domene, se escapa de la Fiesta Día 4 que me fuera por aborrecimiento de los tópicos manidos, esos tópicos que se instalan como sentimientos fingidos en el común y repugnan, como pústulas, por ridículos. Y en esta huida que quiere el autor, el lector se encuentra con unas estampas entrañables y, en la mayoría de ocasiones, divertidas hasta romperse las ternillas.
Ya lo hemos manifestado otras veces. Y lo hemos dicho de verdad. Si queremos salvar estas fiestas de Moros y Cristianos que vemos cómo se nos van de las manos, nos las tenemos que tomar menos en serio. Desde que en 1974 se hizo el I Congreso de la Fiesta de Moros y Cristianos el mejor que ha habido sobre la cosa se han venido sucediendo publicaciones y encuentros intentando comprender la Fiesta. Muchas páginas se han escrito precisas y preciosas en torno a la Fiesta, pero también otras prescindibles o incluso deplorables. Y lo dicho, si queremos salvar la Fiesta como fiesta, y no sólo como espectáculo, habrá que tomarse las cosas con cierto desenfado.
Andrés Ferrándiz Domene, desde su genial irreverencia que no lo es, desde su... ¿antifiesta?, yo creo que la salva. Al menos así lo vemos nosotros cuando en la lectura de Día 4 que me fuera nos encontramos con esa intrafiesta cargada de anécdotas íntimas que al cabo es lo que para muchos festeros, más que toda la parafernalia, da sentido a la fiesta. Resulta entonces que Andrés Ferrándiz Domene, fugándose de la fiesta, nos acerca a la fiesta más popular y entrañable y a las esencias del villenerismo más peculiar.
El otro día comiendo con Andrés Ferrándiz Domene, el que no es Andrés Ferrándiz Domene, me confesó que, por ahora, no quiere escribir más. Espero que no sea. Porque después de Día 4 que me fuera no puede dejar de escribir. Por varias razones: No puede dejar de escribir quien nos ha hecho reír tanto. No puede dejar de escribir porque los talentos hay que multiplicarlos. Y no puede dejar de escribir porque la luz nunca se debe ocultar.
Andrés, no nos puede dejar a oscuras. Y mucho menos ahora que se nos ha revelado también poeta.
Nota: Día 4 que me fuera. Aventuras y desventuras de un villenero universal se presenta el jueves 21 a las 21 horas en el pub Quo Vadis de Villena.
