De no ser actor
Cuando a Fernando Fernán Gómez le preguntaron qué hubiera querido ser de no ser actor, respondió que “perro de Gracita Morales”
Retomando el libro de Mariano Ozores titulado Respetable público. Cómo hice casi cien películas, autobiografía que recomendamos porque nos gustó más de los que esperábamos –¡Malditos sean los prejuicios!–, en él cuenta que cuando a Fernando Fernán Gómez le preguntaron qué hubiera querido ser de no ser actor, respondió que perro de Gracita Morales.
La aparente boutade de Fernán Gómez, ser mezcla de genio, cascarrabias, tierno, entrañable y admirable –así lo define Ozores en el libro–, no era gratuita.
Por lo que cuentan a Gracita Morales no le fue bien en su vida familiar, ni le respetó la salud. La simpática y popular actriz que decía con tanta gracia se-ño-ri-to, esa Vicenta Berruguillo en Cómo está el servicio, magistral en muchas de las películas en las que participó, no tuvo suerte en lo personal.
Y por lo visto mimó a su perro como tantas familias miman a sus mascotas. Entonces… No estaba descaminado, no, Fernando Fernán Gómez, de no haber sido actor.
Geniales, los tres: Ozores, Gracita Morales y Fernán Gómez