He tenido la oportunidad de leer la guía que entre Ayuntamiento y Consejo Municipal de la Mujer (de alguna mujer) se ha editado recientemente. Que pretende servir de orientación para el uso no sexista de la lengua. Y qué quieren que les diga. De nuevo saltan en mi estómago los circuitos nerviosos. Pues, a pesar de estar realizada por gente muy cualificada, me trasmite un mensaje muy trasnochado y desgastado, ausente de realidades actuales. Al leerla me llega la percepción de que el punto de partida para su realización ha sido la discriminación y desde luego nada es más discriminante que sentirte de ese modo.
Nada tengo en contra del que trabaja y lo hace bien como es el caso, ni desde luego, de la persona que aplica su esfuerzo en hacer una labor social, sea cual sea. Pero lo siento, señora Alcaldesa, como representante municipal y Presidenta del Consejo, y señoras integrantes del mismo, no creo que en los días que corren este tipo de inversiones sean lo más necesario. Y les digo inversiones por intentar adornar el gasto que ha supuesto su salida a la calle para nuestras arcas, y el uso que en otro tipo ayuda para la mujer se le podría haber dado. Pues de la creencia que para algo o para alguien va a servir, tengo mis serias dudas. Entiendo que cuando se paga con dinero público la realización de cualquier trabajo se ha de tener la seguridad que va a llegar a cumplir su cometido, y en este caso, y siempre desde mi humilde punto de vista, una redacción con términos tan técnicos y una distribución tan escasa no garantizan su resultado. Servidora ha podido conseguir una guía en la Casa de Cultura, pero ni en la asesoría donde habitualmente realizo mis gestiones, ni en bancos, ni en pubs la he visto. Por cierto, ¿dónde podemos conseguir las mujeres de Villena una de esas bonitas agendas de la mujer que del mismo modo ha sido pagada? Pero bueno, ése otro tema y me desvía.
A lo que voy. Al margen del uso del dinero de todos y de las recomendaciones que aparecen en la guía, les doy la razón en cuanto a que pensamos con palabras y que son ellas las que guían actitudes y comportamientos. Pero cuando oigo en las noticias que de nuevo un hombre ha matado a un niño de 7 años y ha dejado herida a su pareja, no pienso precisamente en enseñarle a usar el lenguaje, ni creo que libretos de este tipo sirvan para erradicar esta lacra. Al contrario, se reafirma en mí la creencia de que se precisan otras guías donde se refleje la realidad actual de la mujer. Echo de menos una guía para la asistencia a mujeres maltratadas. Hecho de menos una guía donde se reflejen los hogares de acogida para ellas. Hecho de menos una guía con escuelas que, fuera del horario escolar, puedan atender a hijos de mujeres solas, por las circunstancias que sean, sin ayuda, y que necesiten trabajar para mantenerles. Ésas son las guías que echo de menos actualmente, por poner algún ejemplo.
Pero lo que mas echo de menos es que la ley no permita la realización de una Guía donde diariamente veamos en todos y cada uno de los medios de comunicación las caras de los maltratadores con nombres y apellidos. Un día, y otro, y otro, para que sepamos quiénes son y les podamos señalar por la calle, o en su despacho de jefe, o en su puesto de trabajo, o en el bar tomando una copas. Y no para decir es un humano maltratador, sino para decir que él, sin ocultar su género, es el maltratador.
