De vergüenza
Decir ahora que todo lo que los socialistas venimos denunciando sobre el mal gobierno de Celia Lledó, con la que acaba de caer, suena casi a chiste. Podría parecer incluso que los concejales que ocupamos el banco de la oposición deberíamos alegrarnos de las cosas que le están ocurriendo al Partido Popular en Villena.
Pero como hemos dicho ya en más de una ocasión, lo que está provocando Celia Lledó no nos hace ninguna gracia. No nos alegramos de que Villena sea portada de todos los periódicos, porque quienes tuvieron la confianza mayoritaria de la población, la desprecien de tal manera que antepongan sus diferencias personales a la defensa de los intereses de la población. Esto no es para alegrarse ni mucho menos. Lo que sentimos realmente la práctica totalidad de los concejales de la oposición en Villena es vergüenza e indignación. Vergüenza por ser noticia de un asunto tan desagradable, como lo es el hecho de que dos miembros del PP la emprendan a bofetadas en plena calle. Pero si además resulta que los dos militantes del PP son también miembros del equipo de Celia Lledó, la vergüenza es todavía mayor.
Llegamos de la vergüenza a la indignación cuando escuchamos a la alcaldesa de Villena describir la pelea de sus dos compañeros como un asunto personal que en nada tiene que ver con la política. Comprobamos una vez más cómo el cinismo de la primera autoridad de Villena llega hasta los límites de lo comprensible. Todo el mundo sabe que cuando se jura el cargo de concejal, uno no se lo quita cuando sale del ayuntamiento, como si de un mono de faena se tratase. La responsabilidad política no acaba hasta que uno deja el cargo, somos concejales las veinticuatro horas del día de los trescientos sesenta y cinco del año. Sin embargo Celia Lledó, en una de tantas huidas hacia delante, considera una cuestión personal que dos de los miembros de su equipo se peleen en plena calle, cuando lo hacen porque mantienen discrepancias que son públicas y conocidas por todo el mundo, y que la pelea tiene como origen la discusión de dos concejales del Partido Popular por asuntos municipales. Y a todo esto la alcaldesa de Villena le llama asuntos personales, manifestando además que no va a intervenir en el asunto porque el hecho ocurrió en la calle y no en el ayuntamiento. Una de dos: o la alcaldesa de Villena tiene una confusión entre lo que es público y lo que es personal o simplemente, trata de engañarnos a todos para que de nuevo miremos hacia otro lado.
Lo que está ocurriendo en Villena es grave, lo venimos denunciando desde hace meses y cuando lo hacemos el PP nos acusa de ponerle trabas y de difundir falsedades. Pero si dos miembros del Partido Popular han llegado al extremo de pegarse en la calle, ¿qué estará ocurriendo dentro del equipo de gobierno y no nos enteramos?
Ya no cabe esperar de la alcaldesa de Villena que rectifique su actitud, no esperamos ni siquiera que sea capaz de pedir responsabilidades a los dos concejales que provocaron la situación y al propio asesor de ocio. Lo tendría que haber hecho antes y, como en otras ocasiones, ha dado la callada por respuesta.
Villena no puede seguir teniendo una alcaldesa que no tiene claro lo que es municipal y lo que es personal, no merece una alcaldesa que responde a los problemas con vaguedades y falsedades. Villena no tiene lo que se merece, se merece mucho más que lo que le está ofreciendo Celia Lledó, que no es otra cosa que ponernos en ridículo a todos.
Lo quiera Celia Lledó, o no, no nos queda más remedio que seguir denunciando la vergüenza y la indignación que sentimos los que sí que defendemos los intereses de nuestro pueblo, al compartir asientos en la Corporación más desastrosa e incapaz que ha tenido Villena.
José Ayelo Pérez
Secretario de organización del PSOE-Villena.