Declaran la Electro-Harinera como Bien de Relevancia Local del patrimonio cultural valenciano

La concejala de Cultura, Genci Estevan, ha anunciado que el pasado 22 de diciembre se recibió en el Ayuntamiento de Villena el informe favorable de la Dirección General de Patrimonio Cultural Valenciano y Museos para la inscripción del emblemático edificio en el inventario general de Patrimonio Cultural Valenciano, con la categoría de Bien de Relevancia Local. Esta catalogación, junto a la primera subvención concedida por la Diputación de Alicante para la recuperación de la Electro-Harinera Villenense, se “va viendo una luz” para convertir el inmueble en el futuro museo arqueológico y etnográfico de la ciudad.
Estevan recordaba que ya en el pleno municipal de diciembre de 2004, se propuso y aprobó la declaración del edificio de la Electro-Harinera como Bien de Relevancia Local (BRL). Esta propuesta también se elevó a la Conselleria de Cultura para que se incluyera también dentro del catálogo de Bienes de Relevancia Local. Asimismo, debido a su singularidad y sus cualidades históricas y arquitectónicas –de sobrado reconocimiento en la Comunidad Valenciana–, está registrado desde hace años como Edificio Singular, dentro del Catálogo de Elementos, Edificios y Conjuntos de Interés Histórico-Artístico del Colegio Oficial de Arquitectos de Alicante. Del mismo modo, el consistorio villenense lo incluyó en el PGOU con el nivel de protección 3 (que afecta a la fachada y estructura portante). Además, recientes estudios incrementan su valor, “tanto por su escasez como por su excelente estado de conservación” y concluyen que se trata de un “excepcional edificio industrial de principios del siglo XX, encuadrado en el racionalismo expresivo europeo”, explicaba la edil.

225.000 euros para la redacción del proyecto museológico
En breves fechas se firmará el convenio entre el Ayuntamiento de Villena y la Diputación de Alicante para la concesión de la subvención otorgada por la institución provincial para el futuro museo en la Electro-Harinera, que es la primera de las ayudas prometidas por el presidente José Joaquín Ripoll. Ya se ha creado el pliego de condiciones para la licitación del proyecto museológico, al que se destinará esta ayuda. Una vez la empresa adjudicataria redacte el anteproyecto, se redactará el proyecto museográfico, en el que entraría el estudio arquitectónico y las piezas que se quieren destacar en la muestra. Por el momento, cuatro personas ya están trabajando en la limpieza y catalogación de los fondos etnográficos, que se van a trasladar a las cámaras frigoríficas de la CAM que se han habilitado para ello (limpieza, nueva alarma, montacargas). La concejala socialista concluía diciendo que también el Plan de Dinamización Turística aportará una partida presupuestaria para la creación del museo.

Inclusión en la Red de Museos Industriales
Como es sabido, las naves de la Electro-Harinera albergan la importante colección etnográfica reunida por Jerónimo Ferriz –también de propiedad municipal–, que es una de las mejores muestras estatales en número y singularidad de objetos, herramientas, máquinas y enseres de todo tipo de la “industrialización española”, señalaba Estevan. Por los motivos antes señalados y por este último, el expediente de la Dirección General de Patrimonio Cultural Valenciano afirma que “se trata de un conjunto del llamado Patrimonio Industrial que documenta y muestra una forma de producción industrial como una ordenación tecnológica del mayor interés”. “Si a sus valores propios como elemento de industrialización e la comarca se le une la posibilidad de albergar un museo que contenga, entre otros aspectos, elementos muebles de la vida cotidiana de los últimos dos siglos, queda plenamente justificada, desde nuestra perspectiva antropológica, su protección como Bien de Relevancia Local”, señala el informe. Además, el edificio podría formar parte en un próximo futuro de la Red de Museos Industriales de la Comunidad Valenciana que está en proceso de formación “si conservara en sus elementos principales aquellos espacios y mecanismos propios de su función original”, aseguraba el informe.