Cartas al Director

Denuncian la falta de atención a una urgencia en el Centro de Salud II de Villena

“Hacía mucho tiempo que no me sentía tan indignado, impotente y desprotegido”

Ayer martes 11 de abril, mi amigo tuvo que verse en esta situación de impotencia:

"He sufrido un pequeño accidente con mi hijo, íbamos de camino del parque a casa, con la mala suerte que se ha caído y se ha golpeado la boca, he ido corriendo a casa para intentar limpiarle la sangre y ver qué tenía en la boca y al ver que no paraba de sangrar, he decidido ir corriendo al centro de salud Villena 2.

Al entrar por la puerta le digo al hombre que se encuentra en el mostrador que necesito que miren al niño de 2 años que estaba sin parar de sangrar por la boca. Este señor llama por teléfono y me dice que no pueden mirar al niño porque las urgencias están en el centro de salud Villena 1, a lo que yo respondo que entiendo que allí no haya urgencias pero que necesito que lo miren para ver qué es lo que le pasa exactamente y le paren la hemorragia de la boca.

Su respuesta: "No podemos hacer nada, tienes que dirigirte al otro centro de salud", a lo que le respondo que no tengo ni coche, cómo voy a irme corriendo con el niño sangrando.

Hacía mucho tiempo que no me sentía tan indignado, impotente, desprotegido... y una retahíla más de adjetivos que no pararía de escribir. Dejémonos de protocolos, en algunos casos los protocolos se hacen para saltárselos.

Sé que seguramente este señor no tiene culpa, y puede que tampoco tengan culpa la pediatra que se encontraba dentro de su consulta trabajando o su enfermera, pero solo pido un poco de sentido común. Este hombre podría haberse levantado de su asiento y haber tocado a la puerta de la pediatra para que observase la situación de un niño tirando sangre por la boca y sin parar de llorar, creo que no es pedir tanto.

Hasta una niña que se encontraba esperando a pasar consulta ha tenido más sentido común y humanidad que cualquiera de los funcionarios allí presentes, dándome unas toallitas para limpiar la boca de mi hijo. Gracias.

Solo espero que ningún otro padre/madre/tío/abuela /abuelo tenga que pasar por la situación con la que me he encontrado hoy.

Por otra parte, pedir disculpas al señor del mostrador y a cualquiera que haya podido ofender. He perdido los papeles, pero, tristemente, a veces solo así las personas acceden a escucharte".

Relatado por Haizea Bernabéu.

(Votos: 33 Promedio: 4.1)

5 comentarios

  1. Lo raro sería que te hubiesen tratado con ese sentido común.hace unos pocos años perdí más de la mitad de la sangre por una operación fallida y en el centro de salud la medico que estaba de urgencias prácticamente ni me miró,menos mal que llegó otro y viendo mi estado me mandó corriendo a Elda,si no me muero. La mayoría de los sanitarios, además, han sido cómplices en esta falsa pandemia y han dejado de tratar a mucha gente que se ha encontrado con problemas muy graves o directamente la muerte, no olvidemos a Aitor, el niño de 8 años de Elda al que tras varias visitas desesperadas de su madre dejaron prácticamente morir. Y ya no hablemos de las listas de espera infernales y esa moda que se puso entre los sanitarios de bailar en plena pandemia para «desconectar»…os imagináis a los bomberos haciendo esos bailecitos mientras un incendio se propaga y arrasa con todo? Hay profesionales muy buenos,desde luego,pero muchos se han visto coaccionados y por no tener problemas se rinden a la situación, cuando son los que deberían denunciar el abandono y el mal servicio al que nos estamos viendo abocados muchos ciudadanos.

  2. Sin comentarios, es lo que tenemos. Al buen profesional sanitario mis respetos, a los demás…. Fuera del sistema público. A estos me gustaría verlos trabajando en……..

    Saludos

  3. No voy a excusar a algunos médicos que no tienen excusa, pero lo único que sí que digo, es que hay que mirar un poco más allá y darnos cuenta de que la saturación es tan grande y los medios tan precarios, que aquella mejor sanidad del mundo de la que se presumía, pasó a la historia y se le vieron las vergüenzas cuando nos afectó la pandemia.
    Decir que si tenemos que culpar a alguien, no es al médico que nos atiende con los medios y el tiempo del que dispone, sino al sistema elegido «democráticamente» donde vemos que hay dinero para derrochar en arreglar cosas que van a volverse a destrozar enseguida, a pagar juergas a políticos de uno y otro color, y a soltar dinero para ciertos sectores que nunca veremos como revierte a la ciudadanía. Por ello, no critiques al médico, critica al político por mentirte y usarte a su antojo, y recuerda que si te mienten una vez, la culpa es del que te miente, pero si te mienten más veces, la culpa es tuya por creértelo.

  4. El consejero de sanidad del país Vasco reconoció en su momento que al activarse el protocolo COVID, si ingresabas con un balazo pero Salias positivo en el test no fallecias por el disparo sino de COVID. Presidente de residencias de tercera edad reconoció que a muchos ancianos se les aplicó indiscriminadamente morfina,con lo que ello conlleva. El comité de expertos no existía. No hay ley científica que avale el uso de mascarillas de la manera que se nos obligó. Los asíntomaticos,otro invento. La famosa vacuna no paso los requisitos ni el tiempo correspondiente para poder evaluarla bien y los médicos no se han hecho responsables de nada, a los pocos que intentaron ser profesionales y aplicar aquello para lo que se habían formado durante años los pusieron en una lista negra, al igual que a muchos ciudadanos se les atacó sin vergüenza alguna por el simple hecho de ejercer un derecho,el de no vacunarse. Hoy estamos viendo los resultados,por mucho que estén blanqueando la situación: muertes repentinas, infartos e inctus a mansalva,etc …así que algo de responsabilidad tendrás los médicos y el personal sanitario cuando han callado y han permitido está barbarie, conllevando además un retraso y una saturación que ahora estamos pagando. Y lo más increíble, más allá de estas consideraciones o de las responsabilidades políticas,es la total falta de humanidad como en el caso de este pobre niño, qué menos que atender a la criatura, no me quiero imaginar la importancia que tuvo que sentir el padre.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba