Deportes

Deporte educativo vale por 2

El deporte siempre ha sido considerado un transmisor de valores personales y sociales como el trabajo en equipo, la integración, la autodisciplina, la responsabilidad, la cooperación, la honestidad, el respeto, la tolerancia o el cumplimiento de las reglas.
Pero La práctica deportiva “per se” no lleva implícito ese componente educativo, sino que depende de cómo lo hagamos llegar a nuestros alumnos y jugadores. Por suerte está aumentando el número de profesionales de la actividad física y el deporte que están incorporando la enseñanza basada en modelos pedagógicos. Su comprensión y aplicación no es sencilla, por lo que es necesario contar con una formación adecuada. Nos centraremos en describir a grandes rasgos los modelos básicos que han contado con una difusión más amplia a nivel internacional:

Aprendizaje Cooperativo: Las características esenciales que debe cumplir son Interdependencia Positiva: los miembros del grupo dependen unos de otros para alcanzar el objetivo (no pierden unos para que ganen otros). Interacción Promotora: los miembros del grupo deben estar en contacto directo unos con otros para ayudarse durante el trabajo. Responsabilidad Individual: cada miembro del grupo debe ser responsable individual de una parte del trabajo global. Procesamiento Grupal: todo el grupo debe hablar, debatir y procesar toda la información disponible de manera conjunta.

Educación Deportiva: Surge con el objetivo de crear experiencias en las que los alumnos conozcan y vivencien todos los aspectos que intervienen en un determinado deporte. Sus pilares principales son el trabajo en equipo y la cesión de responsabilidades en el alumnado para el fomento de la autonomía. Se estructura en cuatro fases: una fase inicial en la que el docente explica el desarrollo del modelo y de cada uno de los roles (entrenador, árbitro, director deportivo, preparador físico, jugador, periodista, etc.), una fase de práctica en la que se realiza un trabajo autónomo del alumnado por equipos, asumiendo los roles asignados, y preparando la competición, una fase de competición y por último una fase final que tiene carácter festivo y consiste en la realización de una gran final en la que se premia con un diploma a los alumnos que mejor hayan desarrollado sus roles.

Aprendizaje Comprensivo (TGfU) : Consiste en enseñar los principios básicos de los deportes que tienen unas características similares para que los estudiantes entiendan, su estructura, su táctica y las habilidades necesarias para su práctica.

Responsabilidad Personal y Social: Su principal característica es potenciar al máximo las capacidades del individuo para desarrollarlas a través de los valores implícitos en la sociedad. Toda la propuesta inicial gira en torno a cuatro metas básicas: autoestima, autoactualización, autocomprensión y relaciones interpersonales. Estas metas persiguen la reflexión sobre las experiencias, la capacidad de expresión personal y social, la identificación de los intereses del individuo y la práctica deportiva como medio de relación con los demás.

Además de estos modelos básicos, existen otros modelos llamados emergentes (Educación Aventura, Alfabetización Motora, Estilo Actitudinal, Modelo Ludotécnico, Autoconstrucción de materiales y Educación para la salud). No existe un modelo puro ideal, sino que se hibridan y combinan entre ellos para adecuarlo a las características del grupo y de la programación.

Fuente: Fernández Río et al (2016).

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