El pasado jueves 6 de noviembre varios de los representantes festeros que pretendían utilizar la sala de juntas de la Junta Central de Fiestas para celebrar la Comisión de reglamento, observaron cómo el enlucido del techo, situado justo encima de la mesa de reuniones de compromisarios, se estaba soltando. Era evidente que los frescos pintados en este lugar de la Casa del Festero corrían un grave peligro, dada la envergadura del trozo que amenazaba con soltarse.
Este lunes pudimos comprobar cómo los albañiles estaban trabajando en la sala de reuniones del inmueble. Los frescos que decoraban el techo y no eran de gran relevancia habían desaparecido y en su lugar se podían contemplar las vigas de madera que soportan el peso de la planta del Museo Festero.
En un principio, el motivo de este derrumbe se puede achacar al mal estado en que se encontraban tanto el cañizo como las sogas que mantenían la escayola, escayola que además soportaba el peso de la lámpara situada en la sala, pues había sido colgada de los raíles de sujeción de las placas.
