Descabellado empeño (Carta al director)
Un año más, se acercan las fiestas, y con ellas, el día 7, corrida que nunca fuere a ver. Y con él, ese arte español, emblema del país, elevándolo con orgullo a lo más alto por parte de unos y, por otros, siendo porteado hasta la más absoluta inmoralidad.
Años de historia tiene esta tradición surgida en Roma y, de igual forma que el jamón, las naranjas o la siesta se hacen un hueco en la lista de alimentos y costumbres españolas, el toreo también lo hace. Al parecer, es una fiesta que desata grandes pasiones.
En otros países, gran cantidad de personas se echan las manos a la cabeza cuando oyen hablar de este arte. Y yo, siento mucho que esto nos identifique cuando salimos del país para hacer turismo o trabajar.
Pero más grave aún me parece que en nuestro consistorio opten por seguir conservando esta tradicional y lúgubre matanza de animales.
Fdo. Rubén Hernández Romero