Desidia, abandono y pasotismo de la Conselleria de Obras Públicas y el MOPU en las casas de los Peones Camineros

Ya a nadie le importa el estado en que se encuentran las casas denominadas de “los Peones Camineros”. Aquella euforia de antaño, cuando se pensaba que pasarían a poder del ayuntamiento, ha quedado en agua de borrajas. Aquellos comentarios sobre la posibilidad de hacer la tan deseada estación de autobuses, han quedado en el olvido. Incluso se llegó a adecentarlas para que las ocupasen los guardia civiles que llegaron a la cárcel, pero esto ya ha quedado, también, tan olvidado como las opciones anteriores.
Me recuerda esta situación a los comentarios de ciertos políticos, “déjalo pasar que en un tiempo se ha olvidado”, y en esta ocasión tienen razón, ya nadie se acuerda de aquella zona de la ciudad tan frecuentada por personas que se acercan al Centro Comercial Ferri a realizar sus compras, nadie se acuerda del potencial de esta zona, donde se podría construir la estación de autobuses, por ejemplo, nadie se acuerda excepto los vecinos y clientes del establecimiento mencionado.

Dejadez, desidia, abandono, apatía, desinterés y todos los calificativos caben para denominar el comportamiento tanto de la Consellería correspondiente como del antiguo MOPU con estas casas que están bajo su competencia: las vallas rotas, un vertido de vidrios en el patio, al parecer de varios camiones que los han descargado allí, escombros de todo tipo, las hierbas crecen a sus anchas como en cualquier lugar deshabitado, las ratas, de tamaño considerable, campan a sus anchas por la zona, pues se pueden encontrar restos de comida en las casas deshabitadas que han sido ocupadas en diversas ocasiones.

Además del peligro que supone para los niños aventurarse en este lugar, pues el estado de las vallas favorece la entrada, y los vidrios vertidos allí son un peligro para cualquier persona a la que su mascota se le haya colado el “vallado”. Las casas ya no tienen puertas ni ventanas, incluso el tendido eléctrico interior ha desaparecido por arte de magia, y además se ha hecho fuego en el interior de los edificios, con el peligro que ello supone… En fin, todo un tratado del abandono permitido por la Consellería y el MOPU.

Por último, el estado de un “arbolito” que impide el paso a los peatones que circulan por la acera o utilizan el paso de peatones que se puede apreciar en una de las fotos de la galería, es magnífico, uno de los mejores del término municipal, pero hay que tener en cuenta que su frondosidad casi te obliga a bajar andando por uno de los dos carriles de la Avda. de La Paz que desembocan en la rotonda de entrada a Villena, y no hace falta que les explique el tráfico que soporta esa calle de la ciudad, por la entrada de la autovía y la entrada de localidades vecinas como Cañada, Beneixama o Bañeres. En fin, todo un lujo que debemos agradecer al MOPU y la Consellería de Obras Públicas.