Después de otros… la Primavera en el Chapí
También aquella señora de largo chaquetón y tanta edad como mala educación creía luchar por el bien común cuando a las puertas del Mercado Medieval increpaba al personal pidiéndonos que no firmáramos contra los malos olores. Lo importante para la señora era que la anterior alcaldesa fuera quien firmó el acuerdo con Vaersa. De hecho era más importante para ella convencer al resto para que no firmara algo supuestamente favorable a la izquierda que soportar los hedores del vertedero bajo su propia puerta.
También parece más importante para nuestra ciudad entregar una medalla a la nieta, o sobrina-nieta, o familiar, de Chapí, que soportar la idea de cargar sobre nuestros hombros la responsabilidad que tenemos como ciudad con las áreas de cultura y juventud. La diferencia entre la ceguera de aquella señora de largo chaquetón y la ceguera de la gestora de nuestro ayuntamiento es la que se da entre la estúpida verborrea de aquella y el indiferente silencio de éste.
Afortunadamente nos llega la Programación de Primavera del Teatro Chapí. Así que podemos cambiar de tema para volvernos a ocupar de subrayar un par de citas, para quienes les pueda interesar una opinión más o una opinión sobre el asunto. En mi caso, para no extenderme, como es costumbre serán dos los destacados, que no persiguen menospreciar el resto de propuestas, aún siendo destacados. El primero será en el mes de abril con la presencia de Toni Zenet en nuestro teatro. Y es que pese al galardón de Mejor Artista Revelación otorgado por la polémica SGAE en sus Premios de la Música, su disco Los mares de china tiene merecida la atención, el reconocimiento y la difusión (boca a boca o a oreja, como prefieran). Se trata de un trabajo que desprende frescura y buen gusto. Les aseguro, queridas personas, que basta con escuchar un par de temas para saber que es uno de los discos que cualquiera desea tener en su estantería. Es por eso que cobra importancia la asistencia al concierto, porque nadie podrá resistirse a volver a escuchar los temas presentados.
La segunda llamada es para Glengarry Glen Ross, puesta en escena por el Teatro Español. Una propuesta que merecería sesión doble para que además de quienes acudan al teatro a la llamada de Carlos Hipólito o Gonzalo de Castro (entre otros), pudieran asistir quienes saben o intuyen que merece la pena conocer la obra de David Mamet, uno de los grandes dramaturgos del pasado siglo XX y del presente siglo XXI.
Y antes del cierre queda recordar la cita del próximo sábado, Día Mundial del Teatro, cuando tendrá lugar la lectura del Mensaje anual, esta vez nuevamente a cargo de una figura destacada de nuestro teatro local, en esta ocasión Francisco López, actor, director, iluminador, escenógrafo, machaca, o simplemente hombre de teatro.