Devolvamos la ciudad a los peatones
En el próximo pleno municipal, el Grupo VERDE presenta una moción de peatonalización de las calles Baja, Santa María, Teniente Hernández Menor y San Antón. Una propuesta para frenar el progresivo deterioro que sufren estos espacios, y para potenciar barrios con mejor accesibilidad y movilidad.
El denominado Eje Santiago-Santamaría y calles adyacentes, fue un lugar emblemático de vida social y cultural de nuestra localidad. Hoy es la principal puerta de acceso a la mayor parte de nuestro patrimonio monumental y es el principal trampolín desde el que hay que conquistar nuestro frágil casco histórico a nivel comercial, turístico, demográfico, cultural y social.
Un eje sobre el que ha existido el consenso político en torno a su rehabilitación urbanística, y sobre el que ha existido un impulso importante en los últimos años para su dinamización: Feria Humana, Mercado Medieval, Feria del Libro, Concursos de Pintura y Fotografía, Actividades para jóvenes, etc. Pero en la actualidad creo que ese impulso está siendo insuficiente. Nos estamos acostumbrando al deterioro progresivo de la zona, en buena parte por comportamientos incívicos y, asimismo, por el abuso excesivo de los vehículos motorizados en la zona.
Si paseamos por esta zona, podemos comprobar el baile de losetas al paso de los coches, la rotura de baldosas, de bolardos y de alguna farola por el impacto de coches, las manchas de aceite sobre el pavimento, el estacionamiento ilegal cada vez más habitual, la suciedad acumulada en las rejillas colectoras de pluviales, etc. Junto a esto, hay que destacar la enorme inseguridad que existe sobre los peatones, ya que tras la urbanización de estas calles, las mismas invitan a su ocupación y a su disfrute central, sin que los vehículos les den la misma consideración.
En Villena ya han existido tibias apuestas por la peatonalización: Calle Congregación y parte de la Plaza de las Malvas, Avenida de la Constitución (a la altura de Juguetes Murillo), Parte de la Plaza del País Valenciano y la calle adyacente, etc. Espacios ganados al coche de manera incuestionable e irreversible, y que sin duda generan una vida comercial, social y lúdica muy importante. La propuesta de peatonalización del Eje Santiago-Santa María, sin ser pionera, debe representar el inicio de una voluntad social y política por generar una accesibilidad y movilidad diferente en nuestros barrios, que proteja a los colectivos más vulnerables: niños, ciclistas, gente mayor, discapacitados, etc. Una propuesta política, al calor de las recomendaciones de los científicos del cambio climático, y sin irnos tan lejos, a colación del Plan de Movilidad Sostenible aprobado en la pasada legislatura por todos los grupos políticos.
La peatonalización de los espacios nos permite respirar un aire más limpio, evitar la estridencia de los ruidos (más amplificados en estas pequeñas calles). Reduce el grado de accidentabilidad. Promueve calles con una estética urbana más atractiva. Potencia, como está demostrado en otras muchas ciudades, el incremento de la vida comercial y turística. Favorece que la infancia, como en los viejos tiempos, vuelva a ocupar la calle para sus juegos lúdico-recreativos. Reduce los costos de reformas urbanísticas, que como podemos comprobar actualmente, son interminables.
Una peatonalización, con acceso restringido a vehículos de vecinos y comerciantes mediante bolardos hidráulicos accionados con una tarjeta o mando a distancia. Un proyecto que puede servir de experiencia piloto para su extensión a otras zonas del casco antiguo y de Villena.
Una peatonalización que cuenta con el beneplácito de las asociaciones de vecinos de la zona, que cuenta con informes favorables por parte de la policía municipal. Una medida que asumió entre sus objetivos, el Pacto Ciudadano por la Movilidad Sostenible constituido en mayo de 2007 (que agrupaba a la Federación de Asociaciones de Vecinos, Asociación de AMPAS, Sindicatos, Partidos Políticos, Centros Educativos, Comerciantes, Asociaciones de Discapacitados y otras de tipo social y ecológico). Una peatonalización en sintonía con el concepto de Centro Comercial Abierto defendido por la Asociación de Comerciantes, y que refrenda en la actualidad el propio Equipo Redactor del Plan Especial del Casco Antiguo como uno de sus objetivos para lograr un centro urbano más atractivo.
Así pues, creo que no hay excusa. No hay razón para esperar a hipotéticas ayudas que pueden venir tras la aprobación del Plan del Casco Antiguo. Si éstas vienen, bienvenidas sean, pero es una medida de tan bajo costo, y de tan enorme repercusión sobre la calidad de vida de los vecinos/as, que no puede esperar. Una medida de muy bajo presupuesto, pero que debemos de trazar al unísono junto a otras propuestas similares, para crear una ciudad más tranquila y acogedora, en la que no nos devoren los 20.000 vehículos que circulan por nuestras calles.
Rolf Monheim, un clásico del estudio de las zonas peatonales alemanas dijo al respecto: «una ciudad sin áreas peatonales representativas, parece ahora desesperadamente anticuada». Apostemos por un modelo de ciudad lenta, compacta, amable, moderna, donde los colectivos más vulnerables sientan la seguridad y el calor de sus calles y sus gentes.
Fdo: Jesús Hernández Francés
Grupo de Movilidad y Urbanismo
LOS VERDES