Día de las escritoras 2020
La quinta edición de la celebración cuenta con el comisariado de la escritora Elvira Lindo, quien ha elegido el tema “El esfuerzo cotidiano de las mujeres”
El 15 de octubre se celebra Santa Teresa de Jesús o Santa Teresa de Avila, “la santa andariega” que es “Doctora de la Iglesia” (Nombrada por Pablo VI en 1970, junto a Santa Catalina de Siena, las dos primeras mujeres doctoras) y “Doctora Honoris Causa” por la Universidad de Salamanca (“El 6 de octubre de 1922, en el contexto del tercer centenario de la canonización de santa Teresa, la Universidad de Salamanca invistió a “la santa andariega” como doctora honoris causa. Era la primera mujer a quien se le concedía este título”), sin olvidar que cuenta con el patronazgo sobre los escritores.
Es, por tanto día para felicitar a Teresas, Maites, Teres, María Teresas, Teresines, Mari Teres, Teresas-Dolores, Lola-Teres… y para dos celebraciones literarias que tienen al día de Santa Teresa como referencia: la más antigua, con casi setenta años a sus espaldas, es el día en que se hace público el fallo del Premio Planeta, el mejor dotado de las Letras Hispanas que premia una novela como ganadora y a otra como finalista y se concede este día porque era el de la onomástica de la esposa, María Teresa Bosch Carbonell, del creador y promotor del premio, José Manuel Lara Hernández.
Y la segunda cita es la celebración por quinto año consecutivo de “El Día de las Escritoras” el lunes cercano al día 15, este año 2020 el 19 de octubre. “El Día de las Escritoras” lo organiza la Biblioteca Nacional de España en colaboración con la Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias (FEDEPE) junto a la Asociación Clásicas y Modernas con el objetivo de reivindicar la labor y el legado de las escritoras a lo largo de la historia. Esta quinta edición cuenta con el comisariado de la escritora Elvira Lindo, quien ha elegido el tema “El esfuerzo cotidiano de las mujeres”, en torno al cual gira la selección de los textos y las autoras. Se leerán fragmentos de obras de las siguientes escritoras: Teresa de Jesús, Rosalía de Castro, Dulce María Loynaz, Blanca Varela, Errose Bustintza (Mañariko), Elena Fortún, Sor Juana Inés de la Cruz, Ana María Matute, Josefina Carabias, Pura Vázquez, Luisa Carnés, Gloria Fuertes, Mercè Rodoreda, Idea Vilariño, Circe Maia, Emilia Pardo Bazán, Victorina Durán, Ida Vitale, Carmen Baroja y Nessi y Concha Méndez.
En este año complicado, las actividades, los actos o los eventos presenciales de la celebración no serán demasiado numerosos y tendrán un foro muy limitado, pero siempre se podrá echar mano de libros escritos por mujeres para rendir un homenaje particular y, quizás, libros como “La loca de la casa” de Rosa Montero; “Noches sin dormir”, “Lugares que no quiero compartir con nadie” y “30 maneras de quitarse el sombrero” de Elvira Lindo; “La vida desnuda” de Mónica Carrillo (Premio Azorín 2020); “El meu germà Pol” y “Julia” de Isabel Clara Simó Monllor; “Aprender a hablar con las plantas” / “Aprendre a parlar amb les plantes” de Marta Orriols Balaguer; “Mi país inventado” de Isabel Allende; “Desde el columpio y otros relatos” y “La velocidad de las nubes “ de Ana Fructuoso Ros; “Y si el sol sale por el oeste” de Davinia Rubio; “El viaje de Camila” de Consuelo Domínguez; “Luna Rota” de Manuela Lorente Lax; “Hiroshima” de María Martínez Azorín; “La trenza” de Laetitia Colombiani y traducción del francés de José Antonio Soriano; “Canto yo y la montaña baila” / “Canto jo i la muntanya balla” de Irene Solà Sáez; “Mi recuerdo es más fuerte que tu olvido” de Paloma Sánchez-Garnica; “Paraíso inhabitado” de Ana María Matute;… sirvan para celebrar “El Día de las Escritoras”, al fin y al cabo son libros que narran múltiples “día a día”, unos más cercanos a nuestras vivencias y otros más alejados de nuestra cotidianeidad, algunos como “La trenza” entretejiendo solidaridad en medio de problemas aparentemente alejados, otros como “Noches sin dormir” sirven de consuelo (hay más personas que no duermen, no somos los únicos) para esta época difícil que quita el sueño más a menudo de lo que quisiéramos, o “La vida desnuda” que habla del día que toca enfrentarse a algunos problemas de los que siempre intentamos huir o, al menos, esquivar…
Libros escritos por mujeres que cuentan historias que pasan a diario, fiel reflejo de la vida que, un día u otro, nos tiene reservados los secretos y el miedo junto a alegrías y nostalgias, o ilusiones y temores, libros que hablan, como en una especie de metalenguaje, de la necesidad de contar y de narrar las particularidades que, aunque parezcan singulares, son más universales de lo que llegamos a creer, libros que enlazan mundos alejados geográficamente y cercanos por las conexiones más inverosímiles, libros que muestran esa vieja caja de botones olvidada en las casas y que hay que asimilar cuando nuestra residencia se llena de ausencias y representa el símbolo de un pasado que no nos pertenece y que se nos echa encima en el momento en que hay que afrontarlo, libros para dar otro enfoque o mirar desde otro punto de vista.
Lo dicho, felicidades a los que celebren Santa Teresa como onomástica tanto mujeres como hombres (según el Instituto Nacional de Estadística hay unos cincuenta y tantos hombres con ese nombre repartidos por todo el territorio y unas ochocientas personas que lo llevan como primer o segundo apellido) y a disfrutar de la lectura en “El Día de las Escritoras”.
Por: M. Esperanza Esplugues M.