Escribo estas líneas horas antes de que, según citación, deba presentarme en Alcaldía para proceder a la evaluación que deben hacerme como aspirante a Regidor de Fiestas en 2017. Todo comenzó aquel día 4 de agosto en que entregué la solicitud para ostentar este cargo, han pasado 26 días y se acercan el día D y hora H.
La idea rondaba por mi cabeza desde hace años. ¿Cómo será la elección para llegar a ser Regidora? ¿Quiénes formarán el jurado? ¿Qué preguntas harán a las candidatas? ¿Qué se valora? Etc. La solución a mis dudas me la puso en bandeja la concejala de Igualdad, Cate Hernández, cuando combatiendo, en este caso, la desigualdad hacia el hombre, propuso que los hombres también pudieran optar a ser Regidores, proposición que fue aceptada sin pensar en las repercusiones sociales que podría acarrear esta decisión.
Estoy citado, ya lo he dicho, en Alcaldía, a las 19.30 horas del martes 30 de agosto. Puedo adelantar que ya conozco a casi todos los componentes del jurado: el alcalde, Javier Esquembre; la concejala de Fiestas, Conchi Beltrán; dos componentes de la Junta Central: presidente y delegada de madrinas; el presidente de la Junta de la Virgen, Manolo Muñoz, y varios representantes políticos José García Leñero por el PP, Fulgencio Cerdán por el PSOE y dos más que aún no puedo concretar: un representante de Los Verdes y una persona más elegida por el alcalde.
El gran momento
Por fin llegó la hora y ya he vuelto de la entrevista. Los y las aspirantes llegamos al ayuntamiento, reuniéndonos en la puerta de Alcaldía. El jurado nos esperaba después de haber entrevistado a las dos aspirantes a Regidoras infantiles que se han presentado para 2017.
Las jóvenes candidatas, alguna más nerviosa que otras, hablaban de cosas intrascendentes, ya que su pensamiento estaba puesto en la dichosa entrevista, que en algunos casos se vive con más nervios que una entrevista de trabajo. De hecho, he podido conocer que una de ellas es la octava vez que se presenta, otras la tercera vez y dos de ellas la primera, incluso una de ellas dice que su familia no sabe que se ha presentado para evitar nerviosismo en la familia. El jurado, por su parte, estaba expectante ante la presencia del único hombre aspirante, pues a pesar de conocer hace tiempo mi identidad, había cábalas al respecto sobre mi presencia o no en la entrevista.
Por fin entro en Alcaldía y conozco a los miembros que faltan del jurado: la concejal de Atención Ciudadana, Paula García, por Los Verdes, y Lola Millán, persona de confianza por designación de Esquembre. Por fin voy a conocer qué procedimiento se sigue para elegir Regidora, qué preguntas se hacen y si en algún momento puede haber cualquier tipo de manipulación para dirigir la elección en uno u otro sentido.
Comienzan las preguntas, pero en esta ocasión por separado, individuales, cosa muy rara, según comentan las aspirantes, pues en los últimos años ha sido a todas juntas, y varias de ellas apuntan la posibilidad de que sea por mi presencia, posibilidad confirmada poco después personalmente. He sido el último en entrar, y la predisposición de algún componente del jurado me ha resultado poco menos que fuera de lugar. Con gran temple el alcalde ha sabido llevar la situación y han comenzado a preguntar: ¿por qué te has presentado a Regidor? La contestación no ha gustado a dos de los componentes del jurado e incluso uno de ellos se ha levantado dispuesto a irse. ¿Qué cambiarías de las fiestas? ¿Sabes que puedes salir de Regidor? Y rápidamente, ante esta pregunta, he presentado la retirada de mi solicitud, argumentando que cualquiera de las 7 chicas que se han presentado están más capacitadas que yo para ostentar este cargo.
Como conclusión, pienso que el protocolo que se sigue para elegir regidor o regidora es perfectamente manipulable en cualquier momento. Quizás nunca haya ocurrido, pero desde que se abren los sobres para conocer a los candidatos/as a la entrevista, los aspirantes son conocidos por muchas personas, y podría darse el caso de que los componentes del jurado, en cualquier momento, pueden ponerse de acuerdo para dirigir sus votos hacia una persona en concreto.
