Cartas al Director

Diez negritos y X-men

La política local empieza a ser bastante parecida a ciertas novelas de suspense. Estoy pensando en una de las más famosas de Ágatha Christie: “Diez negritos”. Ya saben, la historia de diez personas convocadas por un desconocido, en un lugar apartado y en el que comienzan a morir una a una de acuerdo a un ritual, a la vez que van desapareciendo unas figuritas existentes en una especie de bandeja central que hay en una mesa de la mansión.
Hace tiempo que la intriga ya comenzó por estos contornos, siendo el Ayuntamiento de Villena el lugar escogido para protagonizar esta singular historia que tiene más que entretenida a la ciudadanía. Parece ser que hemos asistido no hace mucho al capítulo más vistoso de la trama en la que 5 figuritas aparecen arrancadas del vistoso frutero, aunque me temo que aquí la mano negra se adivina. El resto de los convocados siguen con su habitual trajín, convencidos de que ninguno de ellos es “el malo”, actuando como si nada pasara a su alrededor, ajenos a la lucha sorda que envuelve el relato. ¿Quién será la siguiente víctima?. Misterio. Por si las moscas, quienes siguen vivos miran de reojo no fuera que el puñal asesino anduviera despierto, por lo tanto conviene no relajarse no sea que uno mismo sea el próximo negrito. Claro que a esta alturas de la novela, es posible que alguien más avezado que yo me corrija y me diga que esta historia de negritos en Villena difiere de la imaginada por A. Christie, y ya ha tocado a su fin; sin embargo, sospecho que no se ha escrito el final todavía, y que es posible que la narración nos depare sorpresas, y que la mano negra acabe con todos. Estaremos expectantes.

Mientras tanto, acurrucados en el sillón, seguimos leyendo aunque cambiemos de género –ahora, el cómic–. Nos adentramos en la increíble realidad en que nuestro querido equipo de gobierno del Partido Popular y su mayoría, antes llamada absoluta, ahora disoluta, ha convertido el Consistorio, y la emprendemos con aquellos personajes, también de ficción, de mucha ficción, que envueltos en poderes maravillosos, son capaces de las proezas más grandes jamás vistas. Proezas llevadas a cabo por seres que pareciendo terrenales, en el fondo, no lo son. Hablamos de “Los 4 fantásticos” o “La patrulla X” (X-men). Seres imbuidos de fuerzas extraordinarias de las que se valen para luchar contra el mal. Igualito que nuestros superconcejales, cuya labor no les asusta, así se hunda el firmamento y las estrellas caigan una a una. Por eso es realmente tranquilizador que nuestros designios como ciudadanos y ciudadanas de Villena sean controlados por Mister Fantástico, la Mujer Invisible, Antorcha Humana, La Masa o cualquier otro espécimen del mundo Marvel. ¿No le tranquiliza a usted el hecho de que estemos en manos de personas que son capaces de incrementar sus atribuciones casi hasta el infinito, sumando y sumando competencias, hasta el triunfo final en los confines del espacio?

La verdad, nunca hubiéramos imaginado que en nuestra propia ciudad viviríamos aventuras tan sobrenaturales, hasta tenemos nuestros peculiares alienígenas que vienen camuflados de horripilantes basuras que nos infectan y que en el fondo lo que quieren es abducirnos y transportarnos a planetas y dimensiones desconocidos: ¿Pandora?. Confiamos, no obstante, en que cuando el mal aceche y nos acorrale, las arcas del municipio estén vacías, sin presupuestos que llevarnos a la boca, con una chulería rayana con la provocación y los “malos” nos ataquen, nuestro peculiar Equipo A, los Hombres de Harrelson, los Masters del Universo, Superman y Superwoman acudan en nuestra ayuda, nos socorran y ahuyenten el mal. Sin duda, el aplauso final será inenarrable.

Y, claro, ante tanta eficacia y amontonamiento de responsabilidad, trabajo, competencias, concejalías múltiples y transversales, me pregunto yo y quizás usted lector o lectora, también: si el gobierno local se puede llevar con cinco súperconcejales, ¿por qué necesitamos 21?. Apuro el razonamiento, y ¿por qué 5 si una megaalcaldesa puede con todo?. ¿No sería más lógico que una persona investida de superpoderes se hiciera cargo de todito el Ayuntamiento?. Y…sólo queda un negrito.

El final de la célebre novela no la cuento porque confío en que con la publicidad que le estoy dando se animen y lean un poco, y de paso le echan un vistazo, también, a “Asesinato en el Orient Express”, otra joya de la autora británica, en la que se comete un crimen, cómo no, y después de una investigación sagaz, Hércules Poirot da con la clave, siendo el asesino…

Continuará.

Fdo. Francisco Tomás Díaz

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