Como cualquier pareja, un día, mi novio y yo decidimos ponernos a buscar un piso en Villena, ya es hora de empezar a pensar en nuestro hogar. Eso es lo que, ilusos de nosotros, pensamos en un primer momento. Es cierto que sí, que pisos hay, sobre planos, en construcción, de segunda mano...
Nuestra primera sorpresa fue que conseguimos encontrar exactamente lo que buscábamos, un piso de Protección Oficial, con mucha luz, con la distribución soñada, todo estupendo, hasta aquí todo muy bien, pero la sorpresa llegó cuando nos enteramos de que el precio no era realmente el que nos indicaron, sino que de esos millones tenemos que pagar una buena parte en negro.
Lógicamente, si no estás de acuerdo pues no te venden el piso y punto. No sé si en todas las compras ocurre lo mismo, espero que no, pero ésta es la estampa con la que nosotros nos hemos encontrado.
Estos días estamos sin parar de escuchar hablar sobre la corrupción que hay en Marbella, y yo me pregunto, ¿y en Villena? Todos, absolutamente todos saben lo que está ocurriendo en el sector inmobiliario, y yo hablo por lo que respecta a nosotros personalmente, un secreto a voces que todo el mundo conoce (Administración Local, Hacienda y otros Organismos competentes), y nadie es capaz de ayudar a las personas que, como nosotros, nos cuesta muchísimo trabajo ganar el dinero, dinero que luego otro se lo va a gastar en lujos sin declarar.
Intentas informarte y pedir consejo, pero te insisten en que no hay nada que hacer, que la cosa está así, ¡¡¡¡¡Pero es nuestro dinero!!!!!
Entonces, ¿para qué queremos que el Estado nos conceda ayudas para la compra de nuestra vivienda?
Desde estas líneas espero que el próximo cochazo que se compren a nuestra costa, con el dinero de nuestras ayudas, les salga defectuoso y les deje tirados en medio de la autopista de camino a su súper apartamento en la costa. Y no se preocupen por el calor, seguro que lleva climatizador.
