¿Dónde está la luna…
para todas aquellas mujeres que viven reclusas en la oscuridad de golpes e insultos? ¿Dónde está esa luna de luz que rompe negruras y su perfecta silueta dibujada con trazo perfecto que, ora redonda y espléndida, rabiosa de grandeza, ora delgada, afilada y desafiante serviría de guía que les impidiese caminar a tientas en esos días convertidos en noches, noches condenadas a la inmortalidad, para todas aquellas mujeres que sufren diariamente la negrura espesa y fría del miedo, miedo que calando su huesos enmohece las alegrías con el hedor de un terror que condena a la dependencia más atroz y absoluta, la involuntaria, la que inconsciente confunde amor con temor y que lastima con desprecio y sumisión?
Temor que para asombro de muchas y muchos de nosotros es capaz de hacerles apreciar, en aquellos que son sus carceleros en el mejor de los casos y sus verdugos en muchos otros, justificación a sus actos, aun llevando adheridas en algunas ocasiones adicciones de alcohol o drogas y siempre intolerancias.
Otra semana más el lazo negro encabeza esta columna. Y es por ti. Por ti que has sido asesinada por tu marido de 72 años, como brazo ejecutor de tu muerte, pero que también has sido asesinada por la soledad y el abandono al que te sometió tu familia, que te acompañaba a poner las denuncias paliza tras paliza y luego te dejaba regresar a casa, a solas con quien te trataba peor que a un perro, haciendo oídos sordos a tus temores y a tu afónica súplica de acogida en un hogar alejado del que ha sido tu patíbulo. Ellos también han empuñado el cuchillo.
Y también va por ti. Por ti que has caído a manos del padre de tu hija en otra repetida escena de discusión y fin. Y también es por ti, tanto si me sigues habitualmente como si ésta es la primera semana que tu mirada se para en mis palabras, y has observado el símbolo que no todas las semana está invitado, aunque podría estarlo, y que aparece encabezando esta sección, que cuando lo lleva versa sobre la violencia contra la mujer, intentando que la muerte violenta de mujeres no quede en el olvido, y que aspira humildemente a poder lograr que algunos de mis pensamientos y los datos que se aportan desde aquí remuevan conciencias, colaboren en la difícil tarea de alejarte de tu noche sin luna, te sirvan de alivio, propicien desahogos o te ayuden a ver más allá de la espesura de esa oscuridad que te cubre, y puedas ver ella las caras de tus hijos, que sufren más que tú, y que son de igual modo habitantes de la noche cerrada.
Este diminuto grano en la gran montaña que tenemos que mover entre todos es posible gracias a la predisposición y total apoyo que los responsables de este medio, hombres, tienen con la que abajo firma, que han creído y querido apoyar con su aceptación esta iniciativa sin trabas ni condiciones. El próximo día 25 será el Día Contra la Violencia de Género y desde aquí volveremos a denunciarla, y a lo mejor, desde la concejalía de Igualdad o su Consejo de la Ídem, diminutos en cuando a resultados pero grandes en lo relativo a vacíos e inoperancias, nos ofrecen algún bonito manifiesto de obligado cumplimento en contra de ella. Y también puede ser que veamos de nuevo la luna, que fue nombre de un colectivo de nuestra ciudad, activo militante feminista y radical en sus formas y componentes que defendía la igualdad de géneros con el viento a favor y que ahora padece un largo eclipse.
Teléfono de Atención a las Víctimas de la Violencia de Género: 016
Mi e-mail: imforte@hotmail.com