No hace mucho tiempo, un hombre intentó llamarme la atención. La cuestión era que me encontraba paseando a mi perro por la calle Sancho Medina, justo en el pequeño jardín que se encuentra en los terrenos de la antigua Cábila. El señor me dijo si me parecía bonito traer a mi perro a hacer sus necesidades al jardín, que qué poca vergüenza que tenía, que los dueños de los perros siempre decimos que recogemos los excrementos y eso es mentira...
Pues entre tonos elevados que me dio el señor y la falta de respeto que recibí por mi condición de ser mujer (además), yo le pregunté: ¿Hay en Villena zonas apropiadas para nuestros animales domésticos? Desde entonces he hecho mi pequeña investigación, me he recorrido todos los parques y jardines, todas las zonas verdes, desde los descampados de las afueras hasta Las Cruces, La Virgen y Las Fuentes, y puedo demostrarles que en una ciudad como Villena sólo existe un Pipi-Can (zona exclusiva para perros) en la Plaza del Rollo.
Por si no lo han visto, este diminuto recinto provisto con un palo y rodeado de rejas es el único lugar donde los perros pueden estar según este señor, y yo les pregunto: ¿Pueden todos los perros de Villena hacer sus necesidades y disfrutar de la vida en un pequeño trozo de arena?
Otra cuestión que quiero denunciar, es que, si además de que no existen zonas para perros y zonas como Las Cruces y muchos descampados, etc., están siendo utilizadas para arrojar venenos contra los animales, ¿por dónde paseamos a nuestro perro?
Desde aquí quiero hacer un llamamiento a las autoridades villeneras para que además de crear parques accesibles" (¡que está muy bien!), además de crear nuevas urbanizaciones con jardines (zona del Grec y del Huerto Real, por ejemplo), tengan en cuenta a estos pequeños animales y les proporcionen recintos donde puedan desarrollar todas sus habilidades sin que una madre tenga que decir: ¡Oye, coge a tu perro, no sea que le muerda a mi hijo!.
