Dos años de gobierno Verde (por Francisco Javier Esquembre, alcalde de Villena)

A mitad de la legislatura puedo valorar de manera crítica el camino andado, con más aciertos que errores, pero también con muchas cosas pendientes por hacer, empezando por la necesidad de grandes consensos ante temas que transcienden legislaturas pero que influyen tremendamente en la calidad de vida de la población: movilidad urbana, electricidad, suministro de agua, alcantarillado...
Han sido años de trabajo constante, propositivo, intenso, centrado en los problemas de la gente y de la administración y volcado en ir cubriendo propuestas del programa de gobierno que fue respaldado mayoritariamente por la ciudadanía. Seguramente el ritmo no será el esperado, pero los resultados se van notando. A veces en aspectos que la población no ve pero que son precisos como la modernización municipal o la administración electrónica que está a punto de iniciarse. Y otras veces en proyectos más palpables que se van logrando al haber podido destinar casi 1,4 millones a inversiones financieramente sostenibles, iniciando proyectos que solucionan deficiencias de nuestras calles y parques, que mejoran la ciudad y que ayudarán a tener mejor calidad de vida.

El trabajo desarrollado ha tenido una limitante importante en la falta de personal. Puestos clave como secretaría, tesorería e intervención están ocupados por funcionarios/as que accidentalmente cubren esas plazas pero que a la vez dejan un vacío en su puesto de origen. Pero otros puestos, desde sepulturero a fontanero, también vienen faltando, con problemas para la contratación que dificultan prestar los servicios. Nos obstante todo ha seguido en orden y con calidad. A veces a pesar del esfuerzo que se hace da la sensación de no llegar a responder a las expectativas generadas. Pero en una alta proporción sí que se ha logrado ofreciendo trasparencia, apertura, participación, control del gasto y confianza, elementos que están en la base de nuestra gestión y de lo que la población votó. En menor medida hay grupos que pueden percibir que no se responde a lo prometido. Quizás porque suelen buscarse cambios repentinos y llamativos y nuestro trabajo ha sido siempre constante y prudente. Pero hemos mantenido un ritmo adecuado, hemos respondido a las iniciativas ciudadanas, hemos escuchado a la población y buscado soluciones.

El ecuador de la legislatura debe significar un cambio de ritmo en algunas cuestiones. Hay propuestas para nuestro ayuntamiento como la organización interna, gestión de personal, ocupar las plazas vacantes, modernización municipal y administración electrónica que deben concretarse. Otras con implicación de toda la sociedad como la creación de empleo, inclusión social, igualdad de género, regeneración urbana, mejora de parques y jardines, normalizar políticas animalistas… tienen que dejar una huella diferenciadora como diferentes son los postulados de la ecología política de este equipo de gobierno. Algunos problemas o aspiraciones siguen manteniéndose. Soterramiento e infraestructuras ferroviarias o de carreteras, residuos, agua… Hemos puesto un empeño como hacía tiempo no se veía, logrando llegar a los niveles de decisión del Estado y de la Generalitat. Ahora, a seguir trabajando. Hablando de basuras y la planta de Vaersa, ya están terminadas las bases para un plan de gestión que en breve aprobará el consorcio y se prevé una importante inversión de VAERSA.

Si hablamos de soterramiento, tal vez podríamos lograr el convenio que comprometiera a Fomento a poner una cantidad de dinero si el proyecto de “soterramiento corto” que se presenta es el adecuado para Villena. Podríamos ver alguna obra de permeabilidad de las vías. Al tiempo los contactos para intentar que el servicio de cercanías sea una realidad no paran. En este trabajo constante he de destacar la labor de un equipo de gobierno que junto al alcalde, 4 hombres y 6 mujeres, dedican toda su energía por el bien de la ciudad. Concejales/as con gran capacidad de trabajo, mucha entrega y enorme voluntad. De corazón inmenso, a quienes les duele la injusticia, la marginación y el daño medioambiental y se vinculan en buscar soluciones.

En esta valoración cabe también una mirada a la oposición que mantiene ese continuo “mantra” de falta de información. Y aunque la relación con PSOE y PP es fluida, no encontramos la coherencia y la consistencia de grupos que aunque críticos puedan colaborar. Tienen toda la información de las Juntas de Gobierno y acceso a todos los documentos que piden, sin embargo mantienen la queja de falta de información y transparencia. Ningún documento que tenga el gobierno local y hayan pedido se ha impedido, ningún trámite solicitado se ha negado, muchísimas propuestas aceptadas.

Importa caminar vislumbrando un futuro mejor para Villena. El galardón de Ciudad de la Innovación, los fondos europeos para la estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible, la revisión del Plan General y el Plan de la Huerta, los Planes de Empleo, la administración electrónica y los procesos de participación permiten ser optimistas.

Villena se desarrollará en los próximos años con gran respeto medioambiental y con políticas de inclusión social. Vamos a mejorar lo que ya tenemos y repensar los grandes espacios periurbanos y rurales con los que cuenta Villena. Vamos a aprovechar las infraestructuras que nos rodean y a planificar mejor el uso de sus espacios naturales. La agricultura, el comercio, el turismo, el calzado, los servicios seguirán siendo pilares de una ciudad que conserva tradiciones y aprovecha su identidad para ser centro de interés, pero hemos de seguir trabajando junto a empresas que busquen diversificar nuestra economía, apoyándolas en sus propuestas de mejora en ámbitos como la construcción, el reciclaje, la mejora en el uso del agua, etc... Y hacerlo desde la ecología sigue siendo un gran aporte para Villena.