Dos años después, Villena volvió a acoger un festival de rock
Unas 2.500 personas asistieron al festival Fck Cnsrshp, celebrado en la plaza de toros con toda normalidad
La plaza de toros de Villena acogía el sábado la quinta edición de Fck Cnsrshp Festival, continuación de la antigua fiesta de presentación del Aupa Lumbreiras… y lo que es más importante, recuperación de una ansiada normalidad que, junto al Ecuador Festero y las Fiestas del Medievo, marca una paulatina vuelta a la normalidad que ojalá se consolide.
El cambio de fecha –inicialmente el festival se iba a celebrar en sus fechas tradicionales, a finales de enero– y la cercanía de eventos como las inminentes Fallas o el propio Medievo han restado algo de asistencia al festival respecto a años anteriores, congregándose unas 2.500 personas, algo que no supuso un problema, sino todo lo contrario, ya que no hubo aglomeración alguna en la plaza (excepto, obviamente, entre quienes se concentraban delante del escenario en cada actuación) y la fluidez fue la constante a la hora de entrar, salir o consumir en las barras.
Rock sin descanso
En lo musical, solo cabe destacar que con tanta variedad de grupos es difícil que alguien no se vaya satisfecho tras escuchar a sus bandas favoritas, en un evento que arrancó pasadas las dos de la tarde y se prolongó hasta pasadas las tres de la madrugada. Proclamas contra la invasión de Ucrania y, sobre todo, de celebración por la vuelta de la música en directo, fueron los mensajes más repetidos desde el escenario.
Los Fuckop Family, jugando en casa, abrieron el evento ante un numeroso público a pesar de lo temprano de su actuación, tomando el testigo No Konforme, que pusieron al personal a bailar desde primera hora con su propuesta de ska, bendecida por unos grandes como Ska-P.
A continuación llegó el turno de Arpaviejas, que trajeron desde Barcelona una propuesta demoledora de punk-rock que acabó convirtiéndose en uno de los conciertos del día a decir del respetable, que reservó muchos aplausos para la vuelta a Villena de Josetxu Piperrak & The Riber Rock Band, continuación de la mítica banda riojana Piperrak.
Celebrando la normalidad
Con la noche ya cerrada llegaba el turno para los cabezas de cartel, como Reincidentes, que si de por sí ya son un valor seguro, con la presencia del villenense Javi Chispes –guiño a Maniática incluido, interpretando uno de sus temas más celebrados– ya es como si jugaran en casa, y bien que lo celebraron con un concierto rotundo en el que no faltaron sus grandes clásicos de siempre, al igual que con Boikot, otro clásico que se comió el escenario como en ellos es habitual mientras se mostraban eufóricos con la vuelta al directo y a la carretera.
El último tercio del evento fue made in Euskadi, con Segismundo Toxicómano y Rat-Zinger repartiendo punk-rock por toneladas y, en medio, ese monumento del rock estatal que es Evaristo Páramos, incombustible líder de La Polla Récords que sigue derrochando actitud y mala leche, y sentando cátedra, al frente de su último proyecto, Tropa do Carallo.
En definitiva, un gran evento que transcurrió sin incidentes reseñables, en el que el público pudo volver a disfrutar del directo y en el que las bandas celebraron la vuelta al trabajo tras dos años de parón forzoso, con el deseo compartido de que, ahora sí, estamos en la recta final de la pandemia y podamos disfrutar plenamente, el próximo mes de agosto, de nuestros dos platos fuertes musicales: Leyendas del Rock y Rabolagartija Festival. Así sea.