Sociedad

Dos detenidos en Villena en una operación contra el tráfico de cocaína a gran escala

El Ministerio del Interior acaba de asestar uno de los mayores golpes de los últimos años contra las redes de narcotráfico establecidas en la provincia. La operación, desarrollada de manera coordinada por el Cuerpo Nacional de Policía, Vigilancia Aduanera y la Guardia Civil, ha llevado a la detención de trece presuntos miembros de una organización especializada en introducir en España grandes partidas de droga procedentes de Ecuador. Los agentes han requisado algo más de 400 kilos de cocaína que viajaba oculta en unidades de maquinaria pesada, según ha podido conocer este diario.
La sustancia estupefaciente fue confiscada hace escasos días en tres contenedores enviados al puerto de Valencia, lugar escogido por los cerebros del entramado delictivo para hacer llegar su mercancía a suelo español. Tras burlar la vigilancia de la terminal valenciana, los miembros de la banda trasladaban la droga hasta una nave ubicada en Villena, desde donde más tarde era transportada hasta Madrid. Los cabecillas utilizaban un polígono madrileño como centro de distribución a gran escala, desde el que vendían la mercancía por toda España, según indican a este diario fuentes conocedoras del caso.

Para no llamar la atención, los narcotraficantes compraron una empresa con sede en Dénia, que ya estaba en funcionamiento, y que la han hecho servir como tapadera del negocio del tráfico de cocaína, según revelan las investigaciones. Precisamente, es un juzgado de la localidad dianense, el de Instrucción 3, el que centraliza las diligencias relacionadas con este entramado de narcos desmantelado por el Ministerio del Interior, gracias al trabajo conjunto de la Policía Nacional, la Agencia Tributaria, a través del Servicio de Vigilancia Aduanera, y la Guardia Civil.

Procedimiento indetectable
La organización criminal llegó a crear un sistema tan perfeccionado de ocultación de la droga que ésta resultaba indetectable en los habituales controles rutinarios, ni siquiera con la utilización de un escáner. La cocaína iba escondida en cilindros dentro de enormes máquinas, de hasta veinte toneladas de peso, empleadas para la inyección de plástico, según ha podido saber este periódico.

La red contaba con un entramado de empresas para poder llevar a cabo su actividad sin levantar sospechas. El rastreo de esas mercantiles abarca lugares de Ecuador y España. En territorio español, se ubican firmas en la provincia de Alicante, en concreto en Dénia, Villena y la capital provincial, y también en Valencia y en Madrid. Siete de las trece detenciones se practicaron en la provincia alicantina, mientras que el resto se centró en suelo madrileño. Los implicados, de nacionalidades española y ecuatoriana, pasarán en las próximas horas a disposición del juzgado de Instrucción 3 de Dénia, responsable de las diligencias.

Empresas en Dénia y Villena para llevar a cabo el negocio ilícito
La organización criminal desmantelada por el Ministerio del Interior no dejaba nada al azar. Contaba con infraestructura en la provincia de Alicante y en Madrid, además de en Valencia y en Ecuador, lugar de procedencia de la cocaína. Antes de empezar a introducir grandes partidas de droga a través del puerto de Valencia, adquirió una empresa radicada en Dénia, al norte de la provincia alicantina, para utilizarla como tapadera dentro del negocio de la importación de maquinaria pesada.

Además, disponía de naves en un polígono de Villena y en otro ubicado en Madrid, destino último de la droga antes de su distribución por toda España entre grupos medianos de narcotráfico.

Autor: José C. Martínez
Fuente: La Verdad

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