Sociedad

Dos familias resuelven a golpes y tiros sus viejas rencillas en el barrio San Francisco

El barrio de San Francisco de Villena, conocido popularmente como El Poblao, fue escenario en la madrugada del jueves de un enfrentamiento entre dos familias gitanas en el que se emplearon pistolas, escopetas y cuchillos. Sin embargo, nadie resultó herido más allá de alguna contusión leve producida por los puñetazos y patadas con las que comenzó la pelea.
Al parecer, el origen del enfrentamiento se debe a viejas rencillas familiares que tuvieron cinco meses atrás un primer episodio de violencia, episodio en el que también pudieron haberse realizado disparos sin que se registrara ninguna víctima. Fue un hecho que, sin embargo, nunca se pudo esclarecer al imperar la ley del silencio. Pero en esta última ocasión ha sido diferente por la gravedad de los acontecimientos y la magnitud de unos hechos que estuvieron a punto de acabar en una agresión multitudinaria con más de un centenar de implicados.

Los ánimos se fueron calentado por la tarde y la reyerta estalló al filo de la madrugada. Miembros de una y otra familia se enzarzaron primero a golpes en la calle y poco después comenzaron los disparos de pistola y escopeta, las persecuciones por todo el barrio y los destrozos en los vehículos de los implicados. De hecho, un Renault Clio aparcado en la calle sufrió un impacto de postas reventando el disparo una de sus ruedas y un Seat León no quedó reducido a chatarra porque los agentes lo impidieron al sorprender a un grupo de personas enfurecidas propinándole patadas a las puertas, rompiéndole los cristales, pinchándole las ruedas y forzando las puertas para destrozar el interior.

Aunque la reyerta se extendió por diversos puntos de la barriada, en el bloque H se produjeron las escenas de mayor tensión tras el tiroteo.

Alrededor de la una de la madrugada un centenar de personas de raza gitana, la mayoría con un estado de gran exaltación, se había concentrado en la calle con la supuesta intención de dirigirse a la vivienda del bloque del grupo José Antonio para saldar cuentas con la otra familia que, según se desprende de alguno de los testimonios recabados, se refugió en su domicilio para evitar la venganza. Sin embargo la amplia presencia de efectivos de la Guardia Civil y Policía Local de Villena, al menos diez patrullas desplegadas rápidamente en la zona, acabó con la tumultuosa riña logrando restablecer el orden. No obstante, para evitar nuevos enfrentamientos, se optó por dejar varias dotaciones fijas en el barrio de San Francisco, en un dispositivo especial de vigilancia que se mantuvo hasta la mañana de ayer.

Autor: Pérez Gil
Fuente: Diario Información

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