Cultura

Dos más dos

Sabemos que las matemáticas nos procuran una gran cantidad de variables a fin de resolver que dos más dos son cuatro. Bien mediante la adición, la duplicación, el cuadrado u otro sin fin de operaciones encontraremos un camino que nos lleve a obtener racionalmente la conclusión de que en efecto dos más dos son cuatro (lo que no quita que dos más dos sean tres, por ejemplo, algo demostrable mediante la destreza y el ingenio de las mentes más avezadas en la materia).
Otra cosa sería tratar el asunto planteado desde el punto de vista político. En tal caso, sin llegar a los extremos inescrutables a los que alcanza el arte de la estadística, la proposición “dos más dos son cuatro” es tan certera como equívoca y ambos casos se pueden demostrar presentando millones de ejemplos. Traído esto al hilo de cuantas palabras nos llegan a las orejas tras el pistoletazo de salida que inició la campaña electoral en nuestro cacho de tierra, esta misma noche he encontrado en mi correo la siguiente noticia enviada por la web Artezblai: “La Fundación Peter Weiss para la Cultura y la Política ha organizado por tercer año consecutivo un recital mundial en el aniversario de la mentira política, 20 de marzo de 2008, sobre la situación política en China”.

El acontecimiento contiene sobrados argumentos para amplificarlo en esta sección de nuestro periódico. El hecho teatral en sí, vinculado una vez más a la actualidad donde navega e intenta entender y exponer basta para asegurar el futuro del convaleciente arte al que nos referimos. Un teatro enfermo a primera vista por falta de ánimo o de información privilegiada que nos conduzca a la búsqueda de un teatro sano. Pero dejando esto a un lado y atendiendo a la invitación ofrecida y al signo vital encontrado creo que no debemos dejar escapar un nombre: el del director escénico Peter Weiss. El Regie alemán pertenece a una generación que rompe en la segunda mitad del sobrevalorado siglo XX y al que se le adscribe a un grupo que se denominó entre las gentes de la escena como el de los tres Peter. El conjunto engloba al archiconocido director inglés Peter Brook, autor además de ensayos de cabecera para creatividades inquietas que buscan verdades como El espacio vacío. El tercero del trío es Peter Stein, director primero de la sala alemana Schaubühne a la que llevó a la fama y del Berliner Ensemble fundado por Brecht después; dirigiendo al fin los Festivales de Salzburgo hasta el pasado 1997. De Stein tenemos joyas que enmarcar en los pasillos de todo espacio escénico como “¡Cuidado! Cuando el teatro no convencional, que es lo más bello que existe, se convierte en convención, cayó en una trampa”. Su opinión acerca del teatro alemán actual, extrapolable a muchos otros territorios, nos advierte de que se encuentra en manos de agentes “miedosos y poco profesionales”.

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