Dos vecinos de Villena, entre los detenidos en un grupo criminal desarticulado por la Guardia Civil en Albacete
Efectivos de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Albacete, dentro del marco de la operación Goldrose, han detenido a ocho personas, dos de ellas de Villena, integrantes de un grupo criminal dedicado a la comisión de robos con violencia e intimidación en viviendas habitadas. A estas personas se les atribuyen los delitos de robo con violencia e intimidación, lesiones, abusos sexuales, detención ilegal, receptación y usurpación de estado civil.
Los detenidos, de entre 22 y 44 años de edad, uno de ellos vecino de la localidad albacetense de Jorquera, dos de la alicantina de Villena, y los restantes de Albacete capital ya contaban con antecedentes anteriores por hechos similares.
En el mes de mayo de 2017 la Guardia Civil de Villarrobledo dio inicio a las investigaciones tras haber tenido conocimiento de la comisión de un robo con violencia e intimidación cometido sobre el morador de una vivienda de la localidad albaceteña de Mahora. En su denuncia, la víctima relató a los agentes de la Benemérita como tres personas llamaron a su domicilio con la intención de realizar una encuesta. Que tras abrir la puerta se abalanzaron sobre ella causándole lesiones y hematomas en varias partes de su cuerpo hasta conseguir inmovilizarla y atarla a una silla, introduciendo una prenda de vestir en su boca para que no pudiera gritar.
Mientras dos de los autores buscaban dinero, joyas y aparatos electrónicos de valor, un tercero permanecía con la víctima, amenazándola y golpeándola, llegando incluso a realizar abusos sexuales sobre la misma. Para asegurar la huida los asaltantes depositaron las llaves del vehículo de la víctima en el inodoro, cerrando posteriormente con llave la puerta de acceso a la vivienda.
A raíz de estas informaciones, los investigadores de la Guardia Civil sentaron las bases en lo que se denominó operación Golrose-Regodeo, tras la comisión de otros robos con violencia e intimidación cometidos en Almansa y Montealegre del Castillo con idénticas características al que se venía investigando de Mahora. En estos últimos robos, los autores, tras identificarse ante los moradores como policías accedieron a las viviendas con violencia, golpeando, maniatando y amordazando a sus víctimas para seguidamente sustraer dinero, joyas, teléfonos móviles y aparatos electrónicos. En uno de estos robos llegaron a causar lesiones a una de sus víctimas utilizando el cuchillo con el que previamente las amenazaban.
Gracias a las investigaciones se pudo conocer la identidad de los tres autores del robo, que finalmente fueron detenidos, al igual que otras dos personas, encargadas de recepcionar receptar los objetos y joyas sustraídas en los tres robos. Estos últimos, además de la vinculación que tenían con los tres principales detenidos, se dedicaban a cometer otras estafas al obtener teléfonos de alta gama a través de contratos realizados con distintos operadores de telefonía móvil utilizando para ello las identidades de terceras personas sin su conocimiento.