Dráculas 2.0
Abandonad toda esperanza, salmo 329º
Aviso de que no es que me lo sepa de memoria, es que lo he buscado: hace ya la friolera de 225 números de EPDV les recomendé algunas adaptaciones al cómic del personaje creado por Bram Stoker realizadas por Pascal Croci, Ana Juan y el malogrado Fernando Fernández, recordando de paso que gracias a estas continuas revisitaciones el vampiro transilvano parecía no solo ser inmortal en la ficción sino también fuera de ella. Hoy vuelvo a traerlo a colación porque, de nuevo, el mito se ha dejado ver en un par de cómics que merecen bastante la pena.
Empecemos por Drácula: Corporación del Mal. El guion y el dibujo lo firman otros, pero buena parte del mérito que atesora la obra se deberá sin duda a Kurt Busiek, que aparece acreditado como responsable de la historia y la creación de personajes. Este veterano guionista de cómics de superhéroes, de probada eficacia, utiliza la hechicería y otras artes arcanas para traer al Príncipe de las Tinieblas a nuestros días, descubriéndonos así que los nuevos chupasangres, tan temibles como aquel o más, no son los vástagos de su misma estirpe sino los altos ejecutivos de las grandes corporaciones de Occidente. ¿Les suena? A mí, bastante. De este modo, Busiek y compañía nos ofrecen un auténtico Drácula 2.0: una actualización del mito, dicho sea de paso en una edición impecable, que nunca debería reemplazar al original pero sí servir como un magnífico y muy disfrutable complemento.
Frente a este moderno cóctel de vampiros e intrigas empresariales, una historieta tradicional con el aroma de los clásicos: si aquella recurría al vampiro literario, el Drácula del paraguayo Robin Wood (que no debe confundirse con el crítico de cine del mismo nombre, ya fallecido) y el argentino Alberto Salinas está protagonizado por el personaje histórico que lo inspiró: Vlad el Empalador. El primero escribe unos diálogos que recuerdan a la más alta literatura y el segundo nos regala un dibujo en blanco y negro al estilo de la vieja escuela: detallista y siempre funcional. El resultado de la suma de ambos talentos, verdaderamente soberbio, sirve a la editorial ECC para inaugurar una prometedora "Biblioteca Robin Wood", que ya está recuperando para nuestro mercado otros títulos de este guionista indispensable de la historieta latinoamericana.
Finalmente, cómo no aprovechar la ocasión para recomendar la lectura del clásico de Bram Stoker, del que ahora se cumple el centenario de su muerte, pero sin dejar de lado las artes gráficas. Y es que la última edición en español del libro cuenta con ilustraciones realizadas ex profeso para la ocasión por Jae Lee, dibujante de gran éxito en Estados Unidos que también se está encargando últimamente de la adaptación al cómic del ciclo de novelas de Stephen King La Torre Oscura. Una obra maestra, se mire como se mire, que no ha perdido ni un ápice de su capacidad de fascinación desde que fue publicada por vez primera en 1897, protagonizada por un personaje al que, por más que se le claven estacas en el corazón y se le corte la cabeza en repetidas ocasiones, autores y lectores nunca dejaremos descansar en paz.
Drácula: Corporación del Mal, Drácula (de R. Wood y A. Salinas) y Drácula (de B. Stoker) están editados por Norma, ECC y DeBolsillo respectivamente.