Duele decirte adiós, Toni
Duele decir adiós. Pero sobre todo, duelen todos los momentos que se irán con ese adiós. Duele decir adiós a esas personas que al dejar este mundo nos legan valiosas enseñanzas, a esas personas que siempre actuaron con humildad, con cariño y con respeto; con alegría.
Duele decir adiós a esas personas que nos enseñaron que las cosas más simples de la vida son las que nos hacen más felices. Duele decir adiós a esas personas que demostraron que lo que más les importaba era ser feliz con las personas que les rodeaban y, sobre todo, hacerles felices. Duele decirle adiós a esas personas que nos contagiaron su sonrisa, su esperanza, su fuerza y su alegría de vivir; a esas personas que hicieron de este mundo un lugar un poquito más agradable. Duele decirte adiós, Toni.
Toda una vida dedicada a los demás. Durante más de treinta años trabajador y representante de Apadis en foros como Plena Inclusión, Upapsa, COPAVA, Fundación de Tutela. Director del Centro Ocupacional y las Viviendas Tuteladas de Apadis, en tu última etapa. Demostraste ser un luchador incansable en la defensa de derechos y de mejores servicios de las personas con discapacidad intelectual, un luchador incansable en la construcción de un estado de bienestar para quienes más te necesitaban. Años más tarde, demostraste que también lo eras en la vida.
Apadis ha vuelto a colgar de su logo un crespón negro, símbolo de luto y de duelo, como ya hizo, no hace mucho, por tu padre, D. Antonio García. Dos grandes hombres, cuya grandeza, bondad y humildad solo es equiparable entre sí. Dos grandes personas, que ocupan un buen lugar en esa lista de hombres irremplazables, queridos y valiosos que ha disfrutado la ciudad de Villena.
Durante estos días, desde que se conoció la noticia, se han sucedido un sinfín de muestras de cariño, respeto y dolor por parte de familiares y amigos. Pequeños homenajes y humildes reconocimientos que, estoy seguro, huyen del mero formalismo y han sido motivados por el sincero agradecimiento a quien nos ha dado y enseñado tanto.
Esto no es una despedida, y más cuando estás tan presente en nuestro recuerdo, en nuestro corazón y en nuestro pensamiento; no puede ser una despedida cuando vas a estar en la memoria de todo aquel que haya tenido el privilegio, y la fortuna, de haber compartido un solo minuto contigo. No puede ser una despedida, porque siempre vas a acompañarnos.
Decía Gabriel García Márquez que "la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido". Amargo consuelo, pero mientras tengamos vida, muchos conservaremos intacta tu presencia y tu recuerdo, con todas las generosas señales que nos has legado.
Gracias, Toni. Por tu humildad, por tu alegría, por tu simpatía, por tu cariño, por tu amistad, por tu trabajo, por tu dedicación, por tu entrega, por tu ayuda, por tu cariño, por tu respeto, por tu manera de actuar, por tu ejemplo y por tu lucha. Gracias, muchas gracias.