Sociedad

Ediles del tripartito de Villena meditan el cese de Richart y gobernar en minoría

Ediles consultados por EL MUNDO apuntaron ayer que en el seno del equipo de Gobierno se sostiene que la actitud del concejal de Obras y Servicios, Juan Richart (VCD), ha sido –otra vez– inexcusable. Consideran que «nadie puede abstenerse en una mesa de contratación», tras alegar dudas sobre la capacidad económica de la empresa a la que se le iba a conceder la organización del festejo, «y pedir unos días después que se vuelva a convocar esa mesa de contratación para cambiar el sentido de su voto y que la corrida pueda celebrarse».
Lo cierto es que ese es el mensaje que Richart viene trasladando ante la opinión pública desde el lunes. El regidor mantiene que, si existe voluntad política, puede convocarse una junta de Gobierno extraordinaria para corregir el acuerdo inicial, de manera que Villena mantenga la tradicional corrida de las fiestas reinstaurada desde la reinauguración del coso cada 7 de septiembre. Hoy mismo tiene prevista una comparecencia para incidir en el tema. Y hasta la plataforma Villena por Villena ha convocado esta tarde una marcha para exigir que el festejo se celebre.

El alcalde en funciones, Carlos Beltrán (PSOE), admitió ayer que, legalmente, tendría capacidad para convocar esa junta. Eso sí, para ello tendría que justificar con argumentos legales las causas que motivan la corrección del acuerdo inicial de la mesa de contratación. Y, desde luego, el cambio de opinión de un concejal no es una causa válida. Sobre todo porque en el expediente de contratación ya quedaba claro que las dos empresas que optaron a la organización de la corrida habían acreditado su solvencia económica.

En ese escenario, los concejales consultados confiesan que las trabas que Richart puso para apoyar el presupuesto municipal; sus críticas por las partidas finalmente asignadas a sus concejalías; su desencuentro con su compañero de VCD, Juan Carlos Pedrosa; la forma en la que tramitó el concurso de la basura, y ahora su postura sobre la corrida, ponen en peligro su continuidad en el equipo de Gobierno. Las mismas fuentes aseguran que ya se está meditando acordar su cese pese a que ello signifique tener que gobernar en minoría (diez concejales sobre 21) lo que queda de legislatura. Aseguran que su pase a la oposición no pondría en peligro la estabilidad del tripartito, ya que se considera poco probable un posible pacto con sus ex compañeros de filas del PP (Richart militó en el PP hasta 2010) para promover un voto de censura.

Fuente: R. N. G. / Villena / El Mundo (Alicante)

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