Educación: Jornada partida VS Jornada continua
Vivimos en una era de miedos, donde los cambios generalmente no gustan y donde las innovaciones causan desconfianza, una sociedad acomodada en una falsa seguridad producida por el estancamiento y la paralización de ideas... Esta actitud se puede trasladar al ámbito de la educación, un tema ya muy polémico de por si.
¿Qué es la jornada continua? Es una forma de ordenar la cronología escolar de manera que la enseñanza formal vendría dada en un horario sin interrupciones trascendentales. A partir de aquí, y desde una perspectiva objetiva, se podría decir que son más los beneficios que los inconvenientes de esta jornada. Vamos a ver pues cuáles son las ventajas:
Con este horario el rendimiento de los alumnos se vería favorecido, ya que interrumpir la jornada tres horas para después proseguirla por dos escasas horas, incluso menos en algunos centros, influye directamente en el rendimiento de los niños, ya que la puesta en marcha requiere de un tiempo de organización y concentración. Por tanto una continuidad en el horario lectivo supondría un mejor aprovechamiento de la productividad y el potencial de los niños.
Por otro lado, se pretende dar forma a los centros educativos para que se conviertan en espacios abiertos de mayor utilidad, donde además de la enseñanza tradicional se pueda dar otras funciones al centro de carácter informal y donde padres y alumnos puedan disfrutar y hacer uso de las instalaciones, implicándose así en la comunidad educativa de una forma más activa.
Ahora bien, las desventajas y el rechazo generalizado viene dado por la voz de los padres, y ellos también tienen su justificación, que se basa principalmente en que los niños van a tener más tiempo libre por las tardes y eso es algo que les incomoda vehementemente: ¿Qué hago con mi hijo toda la tarde en casa? Yo tengo que trabajar, ¿dónde meto yo a mi hijo? ¡Me va a salir más caro contratar a una cuidadora que lo que estoy ganando en el trabajo! Estas son algunas de las frases que dejan a sus hijos en el comedor y se olvidan de sus niños desde las 9 de la mañana hasta las 5 de la tarde
Entiendo que haya familias en las que todavía trabajan las dos figuras parentales, incluso pueden alegar que no tienen abuelos con quien dejar a sus hijos y eso les supondría una adaptación en sus horarios laborales, algo incómodo y en muchas ocasiones casi imposible, por lo que sería una justificación aceptable, pero aún así sin fundamento, ya que sus hijos pueden permanecer perfectamente en el colegio del mismo modo que con la jornada partida y con unos factores muy a tener en cuenta.
De todas formas, y ahora sí subjetivamente y desde una observación directa, he podido comprobar que la mayoría de comentarios de este tipo son manifestados por madres y padres que no trabajan y que prefieren tener a sus hijos bien ocupaditos el mayor tiempo posible de la manera que sea; que ponen como pretexto que sus hijos son unos terremotos y que tenerlos toda la tarde en casa sería un auténtico infierno. A esos padres y madres les diría que deberían ensalzar más el papel del maestro, ya que tienen que aguantar a unos veinte terremotos como el suyo a diario, en vez de desacreditar su función como hemos oído tantas veces.
Volviendo al tema que nos ocupa podemos tener en cuenta datos como que la jornada continuada está instaurada ya en 14 comunidades autónomas y en proyecto de implantar en 3 comunidades más este año, entre ellas la nuestra. Donde se ha llevado a cabo funciona y por eso hemos de dar el beneplácito de la duda y dejar prejuicios y valoraciones sobre algo que desconocemos. Para ello se está solicitando desde sindicatos de educación, asociaciones como AMPAs y maestros que se instaure en Colegios Piloto, y aquí en Villena se implantaría en el Colegio Público Ruperto Chapí.
A la espera de más noticias y votaciones al respecto disfrutaremos de la jornada continuada del mes de junio sí o sí, pues ésta no necesita aprobación de nadie.