El 2 de marzo de 2019, ¡a desfilar!
La ocasión la pintan calva. El 50 aniversario de la fundación de la Junta Central de Fiestas debe servir para dar una vuelta a los actos del Ecuador Festero. Y sobresaliendo entre todos ellos, es de justicia programar un desfile el primer sábado de marzo, el día 2, en el que todos los festeros participen a la manera del 9 de septiembre, con traje oficial, en bloques inmensos, unas cuantas bandas de música y con una alegría sólo vista en Villena.
La meteorología jugó una mala pasada el pasado mes de septiembre. La Entrada de Nuevos Cargos fue pasada por agua. Pero las condiciones adversas motivaron que los festeros desfilaran con un brío y una energía desacostumbrados. Mientras asistía al emocionante espectáculo (espectáculo + emoción, los dos ingredientes de las fiestas de Villena) vi con claridad que eso era lo que había que llevar a cabo en marzo para revitalizar el Ecuador. Para impulsarlo y darle vida. Basta fijarse en lo que hacen los festeros de Elda cada mes de enero en su Medio Año o los de Bañeres cada septiembre con la fiesta de la Reliquia para vislumbrar cuál es el camino. Porque el desfile de nuestro Ecuador, tal como está, y que me perdonen los continuistas, necesita una vuelta de tuerca.
Por cierto, la Junta Central de Elda me ha invitado al Congreso que celebrará en febrero, encargándome una ponencia sobre las fiestas en los medios de comunicación. Después de casi cuarenta años ejerciendo en el doble rol de lector e informador mi balance no es precisamente positivo. Recuerdo aquel periódico ya desaparecido en el que se anunciaba un concierto en homenaje a Ecuador, ¡al país Ecuador!, refiriéndose al concierto de nuestra Banda Municipal del Ecuador Festero. Es una anécdota. Pero lo dice todo.