El 8M nos une y nos da más fuerza

Podemos afirmar, sin miedo a equivocarnos, que el feminismo ha logrado que el trabajo a favor de la igualdad de derechos, oportunidades, responsabilidades y tiempos de mujeres y hombres se lleve a cabo de 8 a 8 de marzo, los 365 días del año.

En la actualidad el 8M es un día reivindicativo de inflexión donde ponemos nuestras agendas en hora: denunciamos los machismos, las discriminaciones y las violencias que, en todos los ámbitos y en todas las partes del mundo, seguimos teniendo que soportar las mujeres solo por serlo; reflexionamos y sacamos a la luz lo realizado, alegrándonos y celebrando los logros conseguidos; evaluamos las herramientas utilizadas y los resultados obtenidos para aprender de nuestros fallos y, marcamos nuevos caminos a recorrer y nuevas metas a conseguir.

El 8M siempre en el corazón de nuestras esperanzas, nos une y nos da más fuerza. Todas somos una:

• Cuando, a riesgo de perder su vida, las mujeres iraníes y afganas se cortan el pelo de forma pública, hacen saltar los turbantes de los clérigos o se quitan el hiyab por los derechos de todas las mujeres a salir libremente a la calle sin nadie que nos acompañe, a acceder a una educación de calidad y sin sesgo sexista, a mostrar todas las partes de nuestro cuerpo sin que ningún varón sienta el derecho a poseerlo.
• Cuando alzamos nuestra voz contra la pornografía porque la consideramos incompatible con la igualdad. El porno refuerza la ideología patriarcal, normativizando un modelo de feminidad en sus relatos que nos atribuye el papel de receptoras complacientes de esa violencia masculina, anulando nuestros propios deseos, haciendo desaparecer los sentimientos de las relaciones sexuales humanas, e hipersexualizando nuestros cuerpos convirtiéndolos en objetos para su satisfacción y en mercancía.
• Cuando nos posicionamos claramente: “Abolición de la prostitución ya”. Ninguna mujer es prostituida porque “le gusta” o por “su propia voluntad”, la inmensa mayoría de las mujeres que están en el sistema prostitucional son fruto de las redes de la trata de seres humanos que las hacen caer engañadas, o están en condiciones infrahumanas sin salida que les ha hecho perder todas las expectativas de vida. La prostitución las excluye y las expulsa de la sociedad en la viven sin darle asideros. Hay que penalizar la demanda. La prostitución no es un trabajo, tú no te ganarías la vida así.
• Cuando nos oponemos a la gestación subrogada o vientres de alquiler porque daña a la mujer y a quienes nacen fruto de ella. Los y las hijas no son propiedad de quien l@s engendra, no pueden convertirse en mercancía que se compra y se vende por estar sumidas las mujeres en la pobreza o por satisfacer el deseo de tener hijos de quien paga por ello. De nuevo los cuerpos de las mujeres utilizados, profanados.
• Cuando denunciamos que la violencia de género sigue cobrándose víctimas. Cada crimen es el fracaso de una sociedad que ha facilitado el abuso, la imposición, la violencia, el control, la posesión, como manera de entender las relaciones personales y afectivas. Una tragedia que nos debe hacer repensar qué valores transmitimos en la educación, en nuestras relaciones y en nuestros afectos.
• Cuando nos plantamos porque no vamos a dar, ni a tolerar que se dé, un paso atrás en los derechos conseguidos. Por mucho que lleguen al poder partidos que las intenten enmascarar, las violencias machistas sobre las mujeres son múltiples y necesitan tratamiento específico en las leyes, en las acciones institucionales y en los presupuestos. Las mujeres no somos un colectivo, somos la mitad de la población y reclamamos la mitad de todo.
• Cuando afirmamos que es de justicia que a Igual trabajo = Igual salario, cuando exigimos las mismas oportunidades en el acceso al trabajo, a los puestos de responsabilidad, el fin de la brecha digital, cuando demandamos corresponsabilidad en la realización de las tareas del hogar, en el cuidado de los hijos e hijas y en la atención a nuestras personas mayores que antes lo hicieron por nosotros y nosotras y, cuando apoyamos modelos de gestión de vida más igualitarios y sostenibles ecológicamente.

Hoy, la Asamblea Verde de Villena nos uniremos a la Plataforma Feminista de Villena en su grito:

Ningún poder o estado, ninguna creencia o tradición, ninguna idea o ideología está por encima de los derechos de las mujeres. Más feminismo es esencial. Feminismo siempre.

Por: Asamblea Verdes de Europa-Villena.