El agua del Júcar ya puede llegar al Vinalopó
La sociedad estatal acuaJúcar ha probado con éxito los dos únicos túneles del trasvase Júcar-Vinalopó, el de Corbera y el de Barxeta, que forman parte del Tramo B, cuya puesta en marcha era imprescindible para conseguir que el agua del curso bajo del río Júcar pudiera llegar lo antes posible a la Balsa de San Diego, ubicada en Villena.
A lo largo de esta semana la sociedad estatal Aguas de la Cuenca del Júcar, S.A. (acuaJúcar) junto a la UTE adjudicataria del Tramo B, ha llevado a cabo toda una serie de pruebas en los dos únicos túneles de la Conducción Júcar-Vinalopó, lo que ha permitido por vez primera que el agua del curso bajo del río Júcar superase los accidentes geográficos de las sierras de Corbera y Barxeta, mediante su impulsión desde la estación de bombeo de Panser, llegando a la Balsa de Llanera de Ranes, lo que en la práctica supone que el agua del Júcar ya puede llegar al Vinalopó.
Las pruebas llevadas a cabo en los dos túneles del trasvase han permitido bombear, desde la Balsa de Panser en Llaurí hasta la Balsa de Llanera de Ranes, cerca de 37.000 m³ de recursos superficiales del río Júcar captados en el punto de toma de la Conducción del Azud de la Marquesa en Cullera. En estas pruebas el agua del Júcar ha discurrido por los tramos A, B, C y D, es decir, aproximadamente por 40 kilómetros de conducción, superando el túnel de Corbera, con 2.800 metros de longitud, y el de Barxeta, de 3.600. El siguiente paso ahora será la puesta en carga de la Balsa de San Diego, con 20 Hm³ de capacidad.
Tal y como estaba previsto, la puesta en marcha de la Conducción Júcar-Vinalopó es una realidad en tiempo y forma, cumpliendo así uno de los principales objetivos establecidos por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino. La puesta en marcha de este gran proyecto, financiado por el Gobierno de España y la Comisión Europea, permitirá resolver uno de los mayores problemas medioambientales de la Comunitat Valenciana, la sobreexplotación de los acuíferos subterráneos del Vinalopó. Para ello será necesario ahora que el agua procedente del curso bajo del río Júcar pueda distribuirse desde la Balsa de San Diego en Villena por las comarcas alicantinas del Alto, Medio y Bajo Vinalopó a través del post-trasvase, cuya ejecución depende de la Generalitat Valenciana.