El alcalde afirma que gracias a la supervisión sobre la piscina cubierta en 2017 se redujeron los gastos en más de 260.000 euros
Como ya hiciese ayer el Partido Popular, el alcalde Javier Esquembre, ha ofrecido la versión de Los Verdes sobre lo acontecido en la reunión de la Comisión de Seguimiento del contrato del Centro Deportivo Villena, aprovechando para desmentir que haya un control insuficiente o inadecuado sobre la gestión de la piscina cubierta, de la que los populares le acusan tanto a él como al edil de Deportes, Luis Pardo.
Según el regidor villenense, en la comisión se pudo aclarar la lectura un poco alarmista que se había hecho del informe del Interventor Municipal que acompañaba a la propuesta de pagar a la concesionaria 342.000 euros para reestablecer el equilibro económico por las pérdidas que dio este servicio en 2017. Esquembre asegura que, con la presencia del gerente de la empresa se intentaron aclarar las dudas sobre la supuesta duplicación de facturas, gastos excesivos o contratación de personal superior a la prevista, de los que hablaba el informe técnico.
También quedó constancia de la dificultad para cuadrar la previsión de ingresos que se hizo en la licitación de la piscina con los ingresos que finalmente ha habido, indicaba el alcalde. En este sentido resaltaba que para este quinto año de funcionamiento se preveía ingresar 1.269.000 euros, pero al final han sido de 338.000 euros, lo que supone una desviación del 73%, que luego ha descuadrado todo. No obstante, según Esquembre, se pudo comprobar que se han logrado reducir los gastos, previstos para 2017 en 838.000 euros, quedando en 572.000 euros, es decir 266.000 euros menos. Eso demuestra que sí hay una supervisión e interés de que el servicio funcione bien, añadía.
En cuanto al personal, según el alcalde, se comprobó que el número de monitores aun siendo mayor del previsto en porcentaje de jornada de trabajo no lo es, porque algunos solo dan unas horas de cursos. Pero se pidió un informe para ver la posibilidad de mejorar la ratio entre monitores y número de alumnos en algunos cursos que tienen pocos usuarios. Asimismo Esquembre asegura que se aclaró que no había distintos proveedores que repitieran el mismo concepto para facturar porque son empresas que, aun teniendo fines parecidos, habían prestado al centro deportivo servicios distintos.
En cuanto a las mejoras a realizar, se adquirió el compromiso de optimizar los cursos en la medida de lo posibles, reduciéndolos en algunos casos, así como potenciar los programas deportivos para intentar atraer más usuarios o coordinar las actividades con la Fundación Deportiva Municipal para evitar duplicidades. Además de cara a la próxima reunión, que según el alcalde se producirá en marzo, se valorará ampliar el horario (abriendo a las 7 de la mañana y no cerrando a mediodía). Por ahora se descarta reducir las tarifas, como propone el PP, pero se valorará potenciar más los descuentos o bonos ya existentes como el bono de fin de semana que, pese a tener muy buen precio, muy poca gente lo usa, decía el alcalde.
Como ya ha hecho en repetidas ocasiones, Esquembre ha pedido a la oposición que se deje de usar este tema como arma arrojadiza contra el equipo de gobierno, insistiendo en que es el momento de ver este centro deportivo como una oportunidad para la ciudad, habida cuenta de que su construcción se hizo por vía de concesión y que, por tanto, el Ayuntamiento la tiene que pagar, porque la piscina no se iba a hacer gratis y hay que equilibrar tanto los gastos de inversión de la misma como los de funcionamiento.