Cartas al Director

El ángel caído

Todo en esta vida tiene una explicación y mil versiones. Soy votante y simpatizante socialista, y no milito en el PSOE porque nunca he estado de acuerdo con algunos de sus personajes que parecía que ya eran historia pero que han vuelto. Tengo muy buena relación con bastantes afiliados, les he preguntado a bastantes por lo que está ocurriendo y muchos no se explican por qué en el partido existe una lucha fratricida.
Les invito a reflexionar en voz alta y les pregunto: ¿alguien preguntó a los militantes quién debía ser el portavoz municipal en esta legislatura? Nadie protestó entonces, los siete concejales se lo guisaron y luego se lo comieron, ¿alguien se cree ahora que en un ataque de locura han decidido sin pensar que era necesario un cambio? Mucha gente en la calle pedía un cambio, todos lo sabemos.

Voy a poner un ejemplo muy sencillo que me han contado: de pronto el portavoz elegido por todos los concejales, negocia por libre al margen del resto, esto puede comprobarse fácilmente, cuando en varios plenos el portavoz del PP, afirma que con él se habla una cosa y luego en el pleno se cambia de criterio. ¿No hubiera sido más lógico hablar antes con los compañeros y luego llevar a la negociación un criterio único?

¿Consentirían los trabajadores en una empresa que su delegado negociase con el jefe y luego les dijera otra cosa? ¿Cómo verían esos trabajadores al delegado si les dijese que echando a un compañero la empresa funcionaría de maravilla, confiarían en ese delegado? ¿Cómo reaccionarían esos trabajadores si el delegado, teniendo al comité en contra por su pésima gestión, intentara eliminar a los que no son de su cuerda utilizando al resto de la plantilla?

Estas soluciones son propias del pirómano que para apagar el fuego utiliza la gasolina. En una empresa, en un partido, en una asociación de vecinos, se va a trabajar, no a denunciar la vida privada de los demás, no se trata como enemigo al que no piensa como tú, no se le pone verde en bares o tertulias con otros compañeros.

¿Cómo quieren los políticos que la gente los respete y no los trate despectivamente, si son los primeros en comportarse de manera sucia? ¿Cómo se puede utilizar la democracia y los estatutos del partido cuando nos benefician, y reclamar asambleas, saltándose los estatutos cuando los resultados no son los que se esperaban?

Un secretario general que no respeta a su ejecutiva y enfrenta a todo un partido no es la solución sino el problema. Un compañero que se victimiza por su incompetencia no es la solución. Un líder que ha llevado a la guerra a todo un partido sólo por su ambición personal, no puede mostrarse ahora como la solución.

Ha insultado a todo aquel que no está a su favor, no ha dudado en filtrar todo lo que le favorece a él y no lo ha hecho en el partido, sino en la prensa, la misma noche de la ruptura de la ejecutiva varios periódicos digitales ya sabían la noticia filtrada por su entorno.

No ha trabajado nada desde que fue cesado como portavoz, se ha dedicado a visitar a todos los afiliados y simpatizantes, para comunicarles lo malos que son los que lo han cesado como portavoz y como secretario general. Incluso llegó a pedir audiencia a la alcaldesa para recordarle que el secretario era él y debía contar con él en cualquier protocolo y no con el portavoz del grupo. El Partido Popular que no se esconde en decir que éste era el mejor portavoz que le podría haber tocado en la oposición, cuando ve estos gestos da palmas de alegría.

Creo que la solución no debe provenir de ninguna de las dos partes enfrentadas. Una tercera vía deber poner paz en el partido, sin despreciar a nadie, buscando el acuerdo, porque en la izquierda no sobra nadie.

Fdo. Antonia Álvarez Espinosa

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