Historia

El asedio al Castillo de Villena: Domingo, 17 de abril de 1707

Tanto el inglés Hawley como el portugués Couto coinciden en afirmar que el ejército austracista al que ellos pertenecían, partió de Yecla con destino a Villena en la mañana del 17 de abril de 1707, con todo el ejército dispuesto en cuatro columnas o trozos que avanzarían hasta Villena siguiendo –más o menos– el actual itinerario Yecla-Santuario-camino viejo- Villena. Posiblemente cuando la primera columna estaría a las puertas de Villena, todavía estarían saliendo austracistas desde Yecla. Con toda seguridad es muy posible que tal masa de hombres y bestias, avanzarían por el camino principal y los secundarios paralelos.
A su llegada a Villena, la inmensa mayoría de los 25.000 soldados austracistas estarían acampados –cocinando, durmiendo, soñando, comiendo, entrenando, etc.–, en lo que hoy es todo el casco urbano de Villena desde el mismo polígono industrial “El Rubial”.

Couto nos confirma que la ciudad estaba cercada de tapia y dentro del Castillo estaba el Capitán del Regimiento de Infantería “Blesois” –confirmado por la “Relación Puntual”– de la Grosetete, 150 hombres y cuatro piezas de artillería según Couto. Hawley también confirma que Villena tenía murallas y que de la Grosetete ocupaba el castillo, pero aclara que no eran cuatro sino seis “pequeños” cañones lo que de la Grosetete tenía dentro del Castillo. Lo que Couto nos está diciendo es que la ciudad, en principio, estaba cercada por una muralla. Ni borbónicos ni austracistas hablan de resistencia borbónica en las murallas de Villena o su casco urbano.

Una vez llegaron los austracistas ante el castillo y antes de entrar a saco en la desprotegida ciudad, se invitó a Monsieur de la Grosetete a que rindiera la fortaleza. Sin embargo el capitán francés se permitió el lujo de desafiar a sus enemigos desde las murallas.

Hawley prosigue indicando que Villena era una ciudad abierta: no había tropas en su interior y no iba a ser defendida… pero sí había borbónicos en el castillo. Esta afirmación es contradicha por Couto cuando justificaba el saqueo de Villena con el pretexto de que había sido tomada por la fuerza de las armas. Que sea una ciudad abierta o no, no es un tema baladí porque justificaría –Couto– o no –Hawley–, según los reglamentos para los casos de toma de ciudades y su posterior –o no– saqueo, el saqueo e incendio de Villena.

Hawley sigue sus explicaciones diciendo que esa misma noche –la del 17–, se mandaron dos batallones a tomar la ciudad y se empezaron las obras para montar una batería de artillería con la que cañonear al ahora asediado castillo de la Atalaya.

Vamos a continuar con el relato de Couto que, aunque apuntado en el día 18 de su Diario, hace referencia a la noche del día 17: “Anoche se mandó asaltar la ciudad por el Sargento Mayor de Batalla D. Joao Manoel de Noronha y los Tercios de los Maestres de Campo D. Bras de Silveira, D. Luis Manoel da Camara y de Matheus Alvares Gale, dirigidos por el Sargento Mayor. Se ganó la ciudad, los soldados la fueron saqueando y quemando”. Hemos de destacar que Villena fue asaltada, saqueada y quemada en la noche del 17 por tres Tercios de Infantería Portuguesa según Couto –Hawley hablaba de 2 batallones–. En este caso el relato del portugués Couto debe de ser más cierto y real porque eran portugueses los asaltantes, por lo que estaría más al tanto de las ordenes de sus unidades. Los ejecutores últimos fueron El Tercio viejo de Setúbal, el Tercio de Viana y el Tercio nuevo de Minho, todos portugueses.

Couto continua con un “…pero en las iglesias se refugió la gente con lo mejor que tenían. Del castillo hubo siempre mucho fuego con las piezas y mosquetería”. Acto seguido vamos a comentar una anotación de Couto escrita en su parte de operaciones del 22, pero que alude al día 17. Nos decía que en la misma noche que llegaron, la del 17, se asaltó la ciudad. Y esa misma noche, los austracistas mandaron un destacamento militar al mando de Manuel Gomes de 300 soldados con 6 capitanes, a tomar dos fortines que estaban en la Sierra de la Villa: Castillo Salvatierra y en principio, la fortificada ermita del Santo Sepulcro.

Sea como fuere, la resistencia borbónica y antes de que acabara la noche del 17, había cesado tanto en Salvatierra como en las Cruces –insisto en que el segundo fortín era con toda probabilidad la Ermita de las Cruces aunque sin confirmación real–.

JOSÉ VICENTE ARNEDO LÁZARO
Ganador del IV Premio de Ensayo e Investigación “Faustino Alonso Gotor”.
Socio de las Comparsas de Estudiantes y Marruecos –Cronista y Museo–
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