Fiestas

El asunto o el símbolo del Bando Moro

Corría el año de gracia de 2004, la comparsa de Moros Nazaríes celebraba su “sin cuenta” aniversario, y un servidor desempeñaba la labor de cronista de Comparsa. Por aquellos entonces, lejos del mundanal y actual ruido, la directiva se planteó en el amalgama de actos del cincuentenario, celebrar un acto que fuera ser original y propio y del agrado del socio. Se pensó, sin ánimo de rasgar ninguna vestidura, la cesión temporal de cierta y emblemática figura, compartida entre Villena y Biar.
Realmente lo único que nos preocupaba, en el cuarto año del recién estrenado siglo XXI, era la reacción que se pudiera tener en la vecina población de Biar. Al final, los problemas no fueron tales, pero uno, “casi” recién llegado a esto del mundillo festero-festivo y falto de experiencia en estos menesteres, me propuse hilar fino. Así que metido en harina y dentro de nuestra revista interna, comenzaba un “articulillo” sin malicia, donde más o menos como pasa ahora, no se llaman a las cosas por su nombre, por aquellos entonces fue denominado como “el asunto”. La vorágine en la actualidad y pasado un tiempo prudencial, hace que los temas del “candelabro” se repitan, aunque en este caso, sea por otras razones razonablemente razonables, “válgame sanvalgamé”. En aquel momento, tal y como ahora, intenté ser sucinto y políticamente correcto, mayormente por no hacer ni leña del árbol caído, ni echar sal en ninguna herida. Diré en este punto que por razones de espacio en esta actual publicación y con tijera en mano, recortaré algunas líneas del boceto original, aunque mantendré el texto íntegro en sus pasajes para no afectar al contexto. Comenzaba pues el artículo, cuando aun todavía mis canas permanecían aletargadas, de la siguiente manera….

“Realmente es muy posible que a la publicación de este boletín, el problema que abordamos en este inesperado texto, se encuentre solucionado. No obstante, en estos momentos previos a su consecución, la incertidumbre es patente. Hace algún tiempo atrás, en reunión de Junta Directiva, cuando se comenzaba la planificación de los actos para la celebración del cincuenta aniversario, se plantearon diversidad de proyectos para la conmemoración de tan singular fecha.

Pero a lo largo de la sucesión de los acontecimientos, hay un acto que esta resultando especial, más que nada por el cariz que están tomando los acontecimientos. A partir de su propuesta, se están generando reacciones muy ambiguas, con las que no contábamos en un principio. Este acto a realizar, a partir de ahora, vamos a denominarlo el asunto. La sucesión y las impresiones apreciadas, son las siguientes:

Un vez dado el visto bueno por parte de la Junta Directiva, se comenzó a trabajar en realizar los trámites de protocolo, para poner en marcha la maquinaria legal, y realizar así, la consecución de la trama. El procedimiento protocolario, exigía poner en conocimiento a los organismos implicados, mediante sendas comunicaciones. Se enviaron pues, al MI Ayuntamiento de Villena y a la Junta Central de Fiestas. Una vez enviadas las misivas se pudieron apreciar reacciones, con carácter extraoficial y en pequeños corrillos, sobre lo que podía suponer la realización del asunto. Pasado poco tiempo, observamos que se estaba convirtiendo en el acto más complicado que teníamos que formalizar. El efecto dominó, se producía en los siguientes términos:

El MI Ayuntamiento de Villena, ha comenzando a mover pieza, ya que tiene que ser la Comisión de Gobierno la que se pronuncie en la validación del asunto. La Junta Central omite su pronunciación, puesto que alega en su defensa, que esta supeditada a organismos superiores. En una población muy cercana a Villena, se esta comentado el propósito de nuestra Comparsa, en círculos de sociedad cercanos al mundo festero. Una comparsa centenaria de Villena, muestra su inquietud, y nos consta que en ruegos y preguntas dentro de Junta General, se ha planteado la cuestión, mostrando hipótesis y opinando desde varios puntos de vista. Por otro lado, medios de comunicación de la ciudad, se han hecho eco de los rumores provenientes de diferentes puntos, no solo de nuestra población, que hacían referencia claramente al asunto.

A fecha de hoy el asunto sigue su curso, y a los Nazaríes nos sorprende que este argumento haya planteado estos importantes problemas. Esta tomando un aspecto insospechado y a la publicación de este boletín, esperamos que no se haya magnificado más. No pensamos en su planteamiento y en su previsión, que la realización de este suceso, pudiera plantear dudas y contrariedades, al menos de la naturaleza que están surgiendo. Y no es la intención de esta Comparsa, ni mucho menos ni crearlos, ni favorecerlos.

Nuestro principal problema, a priori, pensábamos que podía ser, el no ser capaces de estar a la altura de desarrollar el asunto con la importancia que merece, cosa que se encuentra a día de hoy salvado, y por otra parte, poder ensalzar el cincuentenario y establecer en el paso del tiempo, un recuerdo imborrable de la celebración de los cincuenta años de fiestas de la Comparsa de Moros Nazaries”.

Al final, los cánones mandaron, y el asunto llegó a buen puerto, no sin alguna dificultad añadida. Se organizaron dos desfiles “chirimiteros” por el centro neurálgico de la ciudad, que contó con gran cantidad de público y asistencia de autoridades civiles y festeras. Se realizó un horario para la visita en nuestra sede social, y estuvo presente en la mayoría de los actos “caseros” del cincuentenario. Como apreciamos los problemas iniciales se salvaron adecuadamente. Desconocemos si a fecha de hoy, sería posible organizar otro asunto de similares características y con equivalentes circunstancias.

No se trata de ni de realizar críticas fáciles a toro pasado, ni de hacer demagogia barata, se trata de encontrar el punto medio en la virtud de las soluciones. Ya se sabe, una mano lava a la otra, y entre las dos, lavan la cara. No es más que intentar aplicar un consenso basado en el diálogo para ciertos cambios, que si bien pudieran mostrarse necesarios, necesitan como agua de Mayo, la aplicación de una gran dosis de talante social. En fin, reflexiones de un pasado no muy lejano que vuelven al presente, y que se atisba desde el horizonte del recuerdo, con la necesaria nostalgia impuesta por unas leves trazas de tristeza reivindicativa.

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